El Gobierno de Passos Coelho se tambalea. El pasado Domingo el ministro de Administración Interna de Portugal, Miguel Macedo, presentó su dimisión, como consecuencia de la investigación sobre presunta corrupción en la adjudicación de las llamadas ‘Golden Visa’, permisos de residencia que permiten viajar libremente por el espacio Schengen a inversores de fuera de la UE que compren propiedades en el país luso por valor de al menos 500.000 euros.
Macedo se ha visto obligado a dejar su cargo tras verse envuelto en la trama de corrupción, tráfico de influencias y blanqueo de capitales de la ‘Operación Laberinto’, destapada por la policía y que llevó a la detención el pasado jueves de 11 personas, entre ellas Antonio Figueiredo, presidente del Instituto de Registros y Notariado (IRN) y amigo personal del ministro.
Según la investigación, la red para proporcionaba las llamadas ‘golden visa’ a inmigrantes extracomunitarios que no cumplían con los requisitos a cambio de una cantidad desconocida de dinero. Entre los detenidos hay tres ciudadanos chinos, país que aglutina el 81% de los 1.775 permisos de residencia a inversores extranjeros que el Gobierno portugués ha facilitado desde 2013.
En total, desde que se implementaron los visados 'gold', Portugal ha captado más de 1.250 millones de euros en inversión inmobiliaria de ciudadanos brasileños, rusos, sudafricanos o angoleños, además de chinos.
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