La rehabilitación de los inmuebles está ganando atractivo en los últimos meses y ha cogido tracción gracias a los fondos europeos Next Generation.
El Gobierno ha destinado dentro del Plan de Recuperación un importe de 6.820 millones de euros a la mejora de la eficiencia de las viviendas y los edificios, lo que se traduce en la segunda mayor partida del plan y copa prácticamente un 10% de los fondos totales.
Con la sostenibilidad como telón de fondo y el reto de que Europa alcance la neutralidad energética en 2050, la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA) y Uponor, compañía finlandesa especializada en soluciones para el transporte de fluidos en edificación y climatización invisible por superficies radiantes, han celebrado en Madrid una nueva edición de InmoSostenible, un encuentro en el que diferentes voces del sector inmobiliario y financiero han puesto sobre la mesa los retos pendientes en esta materia y la importancia de que los ciudadanos conozcan las ventajas de reformar inmuebles y demanden cada vez más viviendas eficientes.
En este sentido, Pablo Javier Penone Diaz, Global Sustainability-Responsible Business de BBVA, ha afirmado que los fondos europeos “son una gran oportunidad para rehabilitar el parque de viviendas en España”, que actualmente es uno de los más antiguos de Europa, y ha señalado que con las ayudas “va a haber reformas para todos”.
Ahora bien, el banquero también ha explicado que “los clientes tienen que entender que la reforma no solo afecta al medio ambiente, también a su bolsillo”, gracias principalmente a las subvenciones y bonificaciones fiscales.
Estos días, la Ley de medidas urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria residencial ha recibido luz verde definitiva por parte de las Cortes e incluye diferentes incentivos. Estas deducciones van desde el 20% por actuaciones que reduzcan un 7% la demanda de calefacción y refrigeración en vivienda habitual, pasando por un 40% para actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable en viviendas habituales, hasta un 60% por actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable o mejoren la calificación alcanzando las letras 'A' o 'B' en edificios residenciales.
Estos números, según Penone Diaz, hacen que la rehabilitación de un inmueble "se convierta en una inversión, y no en un gasto".
Mikel Echavarren, CEO de la consultora Colliers, ha recordado que la mejora del rendimiento energético de una vivienda aumenta su valor, tanto a la hora de venderlo en el futuro como de sacarlo al mercado del alquiler.
Por eso, desde BBVA consideran esencial “mostrar el ahorro que supone la inversión inicial” y la necesidad de que las empresas se lo pongan fácil a los clientes. “Si nosotros les aproximamos una buena solución, ninguno dice que no”, ha aclarado Penone Diaz.
Más implicación de la Administración Pública
Carolina Roca, vicepresidenta de ASPRIMA, también ha insistido durante las jornadas en que “la sostenibilidad es un concepto muy amplio. Incluimos construcción, descarbonización, reducción de emisiones y residuos, economía circular… Y de momento somos bastante desconocedores”.
Por eso, considera que este campo “no debe contemplarse a corto y medio plazo, sino con una visión a largo plazo”, y que debemos “ir hacia una sostenibilidad real y efectiva, que no se quede en algo etéreo. Tenemos que involucrar a todos los agentes del sector, desde nuestras plantillas a los proveedores, accionistas, clientes… Tiene que impregnar a todo el sector y también en la Administración, algo que es mucho más complicado, ya que no da los pasos en el mismo sentido ni a la misma velocidad”. “Necesitamos que la Administración se implique” y sea” más flexible para potenciar que el esfuerzo que está haciendo el sector privado obtenga mayores y más rápidos resultados”, ha remarcado.
En esa línea, Juan Antonio Gómez-Pintado, CEO de Vía Ágora, también ha asegurado que “la sostenibilidad es la herramienta perfecta para modernizar un sector que lo necesitaba, especialmente en el área residencial. Y la Administración debe ayudarnos”.
Según Alberto Andreu, presidente de DIRSE y de la Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (ASG) y profesor asociado de la Universidad de Navarra, una manera de impulsar la sostenibilidad es “generar incentivos públicos para que pasemos de lo marrón a lo verde”, y ha recalcado que “el sector inmobiliario está en el centro de la solución”.
Andreu también ha destacado que nos encontramos en una “transformación de modelo que va a canalizar mucho dinero en los próximos años y en el que la regulación va por delante del cambio”. Según los cálculos de la consultora McKinsey, cumplir los objetivos de sostenibilidad (reducir un 55% las emisiones en 2030 y no generar emisiones en 2050) exigirá una inversión equivalente al 8% del PIB mundial.
Criterios instaurados y mayor demanda
Las empresas del ‘real estate’ aseguran que la sostenibilidad y los criterios de ESG ya están instaurados en los planes estratégicos. “No vamos a sobrevivir com empresas si no apostamos por la sostenibilidad. No tenemos más opción y no hay marcha atrás en el camino”, ha reconocido Esther Duarte, directora de recursos corporativos de Aedas Homes.
La promotora ha asegurado que, en esta materia, los objetivos deben ser claros y a largo plazo, que deben contar con una inversión determinada y que se deben ir analizando los resultados de manera periódica. “Lo que no se mide, no existe”, ha señalado Duarte. En el caso de Aedas, algunas de sus metas pasan por industrializar parcialmente las promociones de viviendas, que todos sus proyectos residenciales sean sostenibles (aunque sea en distintos niveles, desde el básico hasta excelente) y ser considerada como una de las de las promotoras de referencia en ESG.
Además de formar parte de los planes estratégicos, la sostenibilidad también va a jugar un papel importante en la financiación. En palabras de Juan Manuel Ortega, Chief Investment Officer de Colonial, “los grandes fondos de private equity solo van a invertir si hay un criterio ESG”, y prevé que la tendencia se acelere de cara al futuro. De hecho, ha afirmado que, “al enfocar una inversión inmobiliaria, antes se miraba la rentabilidad, pero ahora tiene un hueco la sostenibilidad”. En su opinión, “si un inmueble no tiene una certificación de sostenibilidad, no va a valer”,
El directivo de la socimi también ha explicado que la demanda también empieza a valorar la eficiencia de los inmuebles, algo que también detecta BBVA, y consideran que las inversiones van a tener un retorno económico real en los próximos años.
Por último, en las jornadas también ha habido autocrítica de la mano de Judith Masip, responsable de sotenibilidad Uponor, quien ha insistido en que "todas las compañías que formamos parte del sector de la construcción debemos desarrollar soluciones que ayuden a hacer edificios que generen el menor impacto posible en el medio ambiente. Para ello, ser transparentes y ofrecer la mayor información posible sobre el análisis del ciclo de vida de nuestras soluciones ayudará al sector a elegir correctamente entre todos los materiales y sistemas existentes".
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