La economía neozelandesa está en desaceleración y los políticos intentan atraer inversión flexibilizando los criterios para la adquisición de viviendas por parte de extranjeros.
El actual gobierno de coalición anunció el pasado lunes que permitirá a los titulares de una ‘golden visa’, el permiso de residencia para foráneos, la posibilidad de comprar viviendas en el país por un valor mínimo de 5 millones de dólares neozelandeses (2,5 millones de euros), un mercado del que fueron expulsados en 2018. El cambio no entrará en vigor hasta finales de año, cuando se promulguen las reformas a la Ley de Inversión Extranjera.
En los últimos años, apenas 350 propiedades ‘premium’ salieron al mercado entre ambas islas, mientras que los extranjeros apenas representaban entre el 2% y el 3,5% de las ventas antes de la prohibición.
“A nivel mundial, Nueva Zelanda tiene una merecida reputación como un excelente lugar para vivir y queremos impulsar el crecimiento de nuestra economía”, declaró el primer ministro Christopher Luxon en un comunicado. “Al abrir un poco las puertas para que grandes inversores adquieran una vivienda, ayudaremos a atraer a más personas que desean contribuir a la comunidad y al país”.
Esta medida se produce cinco meses después del relanzamiento de la ‘golden visa’ neozelandesa, diseñada para atraer a personas con un alto patrimonio. Oficialmente bautizada como ‘Active Investor Plus’, ofrece el permiso de residencia a cambio de una inversión significativa, y ahora ofrece la posibilidad de comprar una vivienda en el país.
Hasta el 31 de agosto, se habían presentado 308 solicitudes de visados, de los que alrededor de un 40% de los solicitantes son de Estados Unidos.
Solo los ciudadanos neozelandeses, residentes y nacionales de Australia y Singapur han tenido libertad para comprar viviendas durante los últimos siete años, tras las medidas drásticas impuestas por la entonces primera ministra, Jacinda Ardern, ante el temor de que los compradores extranjeros estuvieran agravando la crisis inmobiliaria. A la presión social, se sumó el escándalo de venta de pasaportes que involucró al cofundador de PayPal, Peter Thiel.
Un bien preciado para las 'golden visa': apenas 7.000 viviendas por encima de ese precio en toda Nueva Zelanda
Según la consultora inmobiliaria Cotality, actualmente hay alrededor de 7.000 viviendas en Nueva Zelanda valoradas en más de 5 millones de dólares neozelandeses, lo que representa el 0,4% del parque inmobiliario del país. Unas 4.500 se encuentran en Auckland, la ciudad más grande del país, y unas 1.250 en Queenstown, la principal estación de esquí de la Isla Sur.
De ellas, apenas unas 350 unidades suelen salir a la venta cada año, lo que significa que será un reducido número de viviendas disponibles para estos compradores extranjeros adinerados.
“Este cambio debería ser suficiente para convertir a Nueva Zelanda en uno de los lugares más atractivos para los inversores extranjeros adinerados”, ha destacado Stuart Nash, exministro de gobierno que ahora dirige una firma de asesoría para personas con alto patrimonio que buscan mudarse al país.
Los precios de la vivienda en Nueva Zelanda se han reducido tras la pandemia, y actualmente están estancados, sufriendo cuatro caídas consecutivas hasta julio. “El impacto en la asequibilidad para los neozelandeses comunes será insignificante”, afirma Kelvin Davidson, economista jefe de real estate de Cotality.
“Quizás haya quienes estén preocupados por el impacto que esto tendrá en los precios de las viviendas para los locales. Bueno, probablemente no tendrá un gran impacto”, concluye Davidson. Para el mercado inmobiliario en general, existen restricciones mucho mayores debido a la actual debilidad del mercado laboral.
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