Ventajas e inconvenientes de los suelos más usados al reformar la casa

Vinilo, gres porcelánico, madera natural…, conoce las características de los materiales más habituales antes de lanzarte a cambiar el suelo de tu casa. El suelo laminado tiene un precio económico, los suelos de PVC son idóneos para espacios con mucho tránsito y el suelo de parqué de madera natural es muy cálido y agradable, pero son delicados y caros.
Suelos laminados
Fabricados a partir de fibras de madera, los laminados son suelos sintéticos que imitan perfectamente no solo cualquier tipo de madera, sino también el gres cerámico o la piedra. Entre sus ventajas: su precio económico –se pueden encontrar laminados baratos desde 6-7 €/m2– y fácil instalación, ya que las lamas suelen instalarse sin adhesivos; generalmente mediante un sistema tipo ‘clic’ de ranura y lengüeta. Son perfectos para el dormitorio, una buhardilla o un cuarto de estar.
Suelos de vinilo
Suelos de parqué de madera natural
Es, sin duda, un tipo de suelo muy cálido y agradable. Son delicados, y también más caros que el resto de opciones, pero hay maderas como las tropicales que son muy resistentes a la humedad, por ejemplo. Este tipo de suelos basta con limpiarlos con una mopa húmeda que incluya algún tipo de producto específico. ¡Atención! Es mejor no aplicar cera porque se creará una capa que luego no es sencilla de quitar.
Suelos de gres porcelánico
El gres porcelánico es un tipo de baldosa cerámica prensada en seco que resiste muy bien la humedad, los golpes, etc. Eso significa que se puede usar en todo tipo de superficies y espacios; también en el suelo de una piscina, por ejemplo. Cada vez más, se usa en interiores porque aporta un aspecto limpio y contemporáneo. El precio es más elevado que el de un azulejo o el gres esmaltado, pero se trata de un material que para el suelo resulta muy elegante.