Desde la pandemia, el teletrabajo se instauró en nuestras vidas.. Desde entonces, muchas empresas han establecido un modelo híbrido que combina la presencia en oficina con el trabajo desde casa.
Pero en el hogar no cualquier sitio es válido para tener tu despacho, puede incluso que por espacio no puedas tener un despacho al uso y que tengas que improvisar una pequeña mesa y poco más. Lo que debes valorar a la hora de elegir el espacio es que tenga luz natural y que puedas disponer de algo de almacenaje.
A veces rechazamos determinados espacios, como una zona de paso, porque no nos parecen adecuados y, sin embargo, pueden serlo. Si en tu casa hay una zona de paso luminosa en la que no hay nada es momento de pensar en alguna posibilidad para instalar allí tu mini despacho. Si es estrecha puedes instalar una mesa abatible, de las que van enganchadas a la pared. Si además hay espacio para una pequeña estantería o zona del almacenaje, mejor que mejor.
Normalmente los que trabajan en casa suelen utilizar el salón o parte de su dormitorio para instalar su zona de trabajo, cuando no tienen una habitación vacía que pueda ser utilizada para este fin.
En el salón puedes utilizar una pared donde puedas aprovechar luz indirecta de tu ventana o balcón, es importante evitar los reflejos en la pantalla que resultan muy molestos y te impedirán trabajar. Dependiendo de ese espacio y, al igual que en la solución anterior, puedes poner o bien una mesa abatible o una mesa de escritorio y su parte inferior puedes aprovecharla para poner cajoneras que te solucionarán el almacenaje. No te olvides de añadir apliques orientables en la pared que darán luz puntual a tu mesa. Esa parte destinada al trabajo puede separarse visualmente del resto del salón con un color diferente en la pared, por ejemplo.
Si nos trasladamos al dormitorio, los consejos son similares: aprovechar al máximo un espacio que tenga luz natural y que no entorpezca el uso habitual de la habitación. Si la habitación es amplia lo tendrás más fácil. Si es pequeña, no olvides la importancia de la luz natural y coloca tu espacio de trabajo cerca. Si no es posible y la habitación es alargada, valor poner tu escritorio a los pies de la cama, por ejemplo. En esquinazos también es posible, con escritorios que aprovechen esa esquina. Otra opción es quitar una de las mesillas y colocar allí una pequeña mesa y tu silla. Incluso hay armarios muy prácticos que esconden mesa y estantería y que cuando se cierran disimulan completamente el lugar de trabajo.
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