Tras analizar las esculturas que llegaron a Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos, y las que nos podemos encontrar callejeando por la ciudad, en esta ocasión disfrutaremos de las situadas en sus zonas verdes. Lugares tranquilos y alejados del bullicio en los que relajarse y abrirse al arte. Podemos encontrar joyas de Joan Miró, Calder, Chillida y Joan Brossa entre otros.
Fotos: Eva Margalef idealista/news

El parque de la Creueta del Coll está situado sobre una antigua cantera que en 1987 fue transformada en un gran parque, donde destaca un lago que en verano sirve de piscina pública. Como colofón de esta gran transformación llegó El elogio al agua, una de las obras maestras del escultor vasco. Al ser instalada sobre el lago comentaba: ‘Yo hago la mitad de la escultura; la otra mitad la hace el agua’
En este especial también hemos analizado las siguientes piezas del llamado ‘Arquitecto del vacío’: La sirena varada, Lugar de encuentros II y Lugar de encuentros VI.

Podemos visitar Mujer y pájaro en el parque dedicado al propio Joan Miró. Mide 22 metros de altura y es la última gran obra que realizara su afamado autor. Miró tenía 90 años cuando fue inaugurada, aunque no pudo estar presente debido a su grave estado de salud. Su forma totémica aúna dos de los elementos recurrentes en su obra; las mujeres y los pájaros.

Fiel a su estilo, Andreu Alfaro recrea el movimiento en sus Rombos gemelos mediante la sucesión del uso de varillas, generando una sensación de movimiento en el espacio. Podemos encontrar esta poderosa pieza, claro ejemplo del arte óptico, integrada en perfecta armonía, en el Parque de Cervantes.
También puedes leer sobre Un món per a infants obra del mismo artista, analizada en entregas anteriores.

Con un estilo figurativo, Ofelia ahogada sorprende y emociona. Fue realizada en 1964, aunque a los Jardines de Villa Cecilia no llegó hasta 1986. A diferencia de la Ofelia de Hamlet, esta pieza viste de manera moderna, alejada de la estética victoriana a la que otras representaciones nos tienen tan acostumbrados. Será que como decía el poeta y dramaturgo Benjamin Jonson ‘Shakespeare no pertenece a una sola época sino a la eternidad'.

Conocido como el Picasso de México, Alberto Cavazos es admirado por su estilo y por la calidad de sus trabajos. Esta monumental pieza, de doce metros de altura, está situada en la plaza de Monterrey y celebra la hermandad entre dos ciudades: Monterrey y Barcelona.

La rapsodia para contralto es una obra compuesta por Johannes Brahms en 1869. Se suele decir que la pieza es lo más cerca que Brahms estuvo a la ópera (junto al réquiem y la cantata Rinaldo). La versión tridimensional de la rapsodia de Brahms, resultado del acoplamiento mediante tornillos de diferentes elementos, produce un conjunto de gran armonía que recuerda a un robusto artefacto industrial abandonado por la falta de uso.
La obra llegó a Barcelona en 1984, con motivo de una exposición organizada por la Fundación Miró en honor al escultor, antiguo ayudante del famoso Henry Moore, ocasión en la que el ayuntamiento de Barcelona adquirió la pieza, ubicándola con acierto en el Parque de la España Industrial.

Poema visual transitable en tres tiempos: Nacimiento, camino (con pausas y entonaciones) y destrucción es un monumento escultórico situado en los jardines de Marià Cañardo. Como su propio nombre indica, es transitable, puedes caminar a través de el, incluso sentarte sobre este particular poema visual del polifacético poeta catalán.
También hemos hablado sobre el Homenaje al libro, de este mismo autor.

Esta escultura es un homenaje a Santiago Roldán, presidente del Holding Olímpico de Barcelona 92 y aunque en una entrega anterior a este especial analizamos las esculturas que llegaron a la ciudad con motivo de los juegos olímpicos, esta la hemos dejado para la entrega de hoy, ya que se instaló en 1999. La escultura, perfecta en su redondez, mide seis metros y medio y se sitúa en el Parque de Carlos I, erguida entre cedros y cipreses. Del mismo autor, podemos encontrar otro ‘Homenaje al culo’ posterior, de 2001, realizado para la ciudad de Oviedo, lugar en el que Úrculo vivió durante una larga parte de su vida.
Una de las obras más conocidas de este gran exponente del arte pop en España es El viajero situado en la estación de Atocha de Madrid.

Miró es considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. Sus obras, reflejo de su subconsciente, buscan la interrelación con el espectador en un dialogo poético y libre. Su Personaje en bronce sorprende por su altura (2 metros), y podemos encontrarlo en el exterior de la fundación de dedicada al artista en Montjuic.

Calder, conocido por ser el inventor de la escultura móvil (esculturas cinéticas colgantes), ocupa los jardines de la Fundación Miró con una pieza estática pero llena de dinamismo; sus Cuatro alas de acero pintadas en rojo.

Si alguna vez has visitado en museo Guggemhein de Bilbao, recordarás las gigantescas planchas de acero corten de Serra, es más, seguramente caminaste la trayectoria curva que forman las enormes hojas de acero de Snake (2005), creada para su inauguración y expuesta de forma permanente en la sala más grande del edificio de Frank Gehry. Según Serra, la creación más importante de su carrera. Mucho tiempo antes, en 1984, el escultor minimalista intervino esta plaza, la de la Palmera, con sus grades muros de hormigón blanco.
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