¿Se puede convertir un trastero en una vivienda?

¿Puedo convertir un trastero en una vivienda?

¿Es posible transformar un trastero en vivienda? Esta pregunta se la hacen muchas personas, especialmente en aquellas ciudades o áreas urbanas en las que los precios de la vivienda en alquiler y en venta son sumamente elevados. Legalmente, sí se podría convertir un trastero en una vivienda, igual que sucede con los locales comerciales. Para ello, deberíamos conseguir que el ayuntamiento conceda al inmueble la cédula de habitabilidad. La obtención de este documento depende de varios requisitos, como lograr el permiso de la comunidad de propietarios, que cuente con una superficie mínima, ventilación o iluminación, fachadas y ventanas, etc.
Trasteros en venta

La casuística del uso del trastero: desde vivienda a invernadero de marihuana

En muchas zonas de España no se concibe tener una vivienda sin trastero, un lugar destinado a guardar trastos. Sin embargo, muchas personas realizan actividades no permitidas o que nada tienen que ver con el uso destinado pra el que se ha concebido. La más preocupante (y una de las más frecuentes), es convertir el trastero en un apartamento en el que una o más personas constituyen su vivienda habitual. ¿Quién responde de los daños que ocasione un trastero? Es de quien lo produce, ya sea del propietario o de quien lo use.

Los altos precios de las casas a la venta y en alquiler disparan el mercado de trasteros

La compra o el alquiler de la vivienda ‘deseada’ en las grandes ciudades se convierte en una odisea para muchas familias que buscan casa grande, garaje y trastero incluidos. Pero cuando toca sacrificar alguna de estas necesidades, lo más cómodo actualmente pasa por el arrendamiento de un trastero ante el auge de estos centros de almacenaje en las principales urbes.

La demanda de trasteros repunta gracias a los autónomos y las pequeñas empresas

Los trasteros, que cayeron en el olvido tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, están recuperando atractivo gracias a las pequeñas empresas y a los trabajadores por cuenta propia. Su uso como almacenes, guardamuebles e incluso pequeños locales cada vez es más frecuente y su precio de alquiler se encuentra entre los 50 y 60 euros para uso comercial.