El ladrillo se ha convertido en la actividad económica donde más ha crecido el empleo durante 2018. Según la consultora Adecco, las actividades inmobiliarias lideran las contrataciones con una subida del 22%, seguidas de las actividades de agua y energía, y la construcción, con alzas superiores al 7%. Pero la lectura cambia si hacemos una comparativa desde 2008: en este caso, el inmobiliario es la rama con mayor crecimiento del empleo y la construcción, la que sufre el mayor recorte de mano de obra. El empleo en las inmobiliarias bate récord gracias al tirón del alquiler y la vivienda usada.