España tiene más empleados que nunca en el sector inmobiliario. Según la última Encuesta de Población Activa del INE, en el primer trimestre las actividades inmobiliarias registraron 184.100 ocupados, la cifra más elevada de toda la serie histórica. En el último año, la ocupación ha aumentado más de un 12%, por encima del promedio del conjunto de la economía, y los expertos prevén más subidas en los próximos meses. Entre los factores que explican este récord de empleo se encuentran el tirón del mercado de la vivienda usada y del alquiler, y el momento de transformación que vive la industria, impulsado por la necesidad de incrementar la profesionalización y el nivel de digitación, y la creciente apuesta por la inversión inmobiliaria y la gestión de propiedades.
Tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, el sector de la construcción podrá contratar desde origen a trabajadores técnicos. Este catálogo es un listado de puestos de trabajo para los que las empresas tienen la posibilidad de emplear personal en el extranjero, y por primera vez se abre a ofertas más técnicas en la edificación. A partir de ahora se podrá contratar a carpinteros de aluminio, metálico o pvc, electricistas, montadores de carpintería y a conductores de todo tipo de grúas.
El tirón que ha tenido el mercado inmobiliario en 2022 se ha dejado notar en el terreno laboral.
La empleabilidad en la actividad inmobiliaria se ha disparado un 70% en la última década, hasta batir récord a principios de año con casi 170.000 ocupados. Según un estudio de la 'proptech' Huspy, la demanda de profesionales seguirá alta en lo que queda de año, sobre todo en cinco puestos concretos: agente inmobiliario, asesor, analista, experto en 'home staging' y profesional digital. Son los perfiles más buscados.
Los salarios mejor pagados en 2021 en los sectores de construcción e inmobiliario oscilan entre los 60.000 y 120.000, respectivamente, en función de la experiencia, la región donde se trabaje y la empresa contratante, según un estudio de Spring Professional. El director de contratación y el director comercial son los perfiles con los salarios más elevados.
La crisis del coronavirus ha frenado en seco la buena marcha de la construcción y el sector inmobiliario, aunque las empresas siguen buscando profesionales. Según Adecco, los perfiles más demandados en estos momentos son comerciales, tasadores, agentes de la propiedad, arquitectos, jefes de promoción y jefes de edificación. Estos últimos son los puestos mejor pagados con sueldos medios que rebasan los 60.000 euros para profesionales con experiencia y las principales ofertas de empleo están en Madrid y Cataluña.
El ladrillo y las actividades inmobiliarias están entre las actividades más dinámicas en términos de empleo de las empresas con menos de 250 trabajadores. Según un estudio de Randstad y Cepyme, la construcción de edificios, la construcción especializada y las actividades inmobiliarias están entre las más destacadas. Entre todas suman más de 56.100 empleos, lo que se traduce en el 16% de los que crearon las pymes en 2018.
La contratación de nuevos empleados en las firmas de consultoría inmobiliaria espera un crecimiento del 8% a lo largo de 2017, manteniendo la normalización de los últimos dos años.
Aunque el paro ha tocado mínimos de siete años, todavía hay 3,76 millones de españoles en busca de empleo. Además, otros muchos ven en este momento la oportunidad perfecta para cambiar de trabajo y, por qué no, probar en un sector distinto y más dinámico, como el inmobiliario.
El número de ofertas de empleo en España aumentó un 21% interanual durante el segundo trimestre de 2015, el mayor crecimiento de toda Europa por segundo trimestre consecutivo. Según el último estudio realizado por la consultora Robert Walters, el sector inmobiliario español registró un ‘boom’ de ofertas de trabajo con un incremento interanual del 340%.
Los sectores más dinámicos en la creación de empleo durante el boom están a punto de tomar el relevo del sector exterior. El sector inmobiliario y la industria auxiliar que depende del “ladrillo” comienzan a sacar la cabeza aunque de una manera muy débil.
Desde 2008 la crisis ha destruido 2,5 millones de empleos en la construcción, más que en recesiones anteriores. Hoy en día sólo un millón de personas trabaja en el sector. Y no hay visos de que la situación mejore. Cada vez se inician menos viviendas y las obras públicas están paradas.
Las inmobiliarias cotizadas han reducido su plantilla un 66% desde 2007.
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