
Los hogares, las empresas, los bancos y los gobiernos de todo el mundo arrastraban una deuda conjunta de 318,4 billones de dólares (303,3 billones de euros) en 2024, el dato más alto de la historia para un cierre de año.
Según los cálculos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), la asociación mundial de la industria financiera, en apenas 12 meses el endeudamiento se ha incrementado en más de 7 billones de dólares, ya que en 2023 se situó en 311,2 billones de dólares (296,5 billones de euros). Además, el pasivo en relación al PIB global ha subido por primera vez desde 2020, hasta quedarse al borde del 328%. Así ha sido su evolución trimestral en los últimos años:

En 2024, la mayor subida se ha producido en las economías emergentes, con China, India, Arabia Saudí y Turquía como los principales impulsores, así como en algunas avanzadas, entre las que destacan EEUU, Reino Unido, Canadá y Suecia.
El documento sitúan el pasivo agregado de los países emergentes en 103,7 billones de dólares (98,8 billones de euros) a finales de 2024, frente a los 99,3 billones de dólares (94,3 billones de euros) registrados un año antes, con un aumento porcentual del 4,4%. En el caso de las economías avanzadas, la deuda total se incrementó hasta los 214,3 billones de dólares (204,2 billones de euros) desde los 211,9 billones de dólares previos (201,9 billones de euros), con un alza del 1,1%.
Los gobiernos arrastran el mayor volumen de deuda
Los datos de la asociación muestran una subida generalizada de la deuda en todos los sectores económicos, aunque el sector público se sitúa como el gran protagonista tanto en términos absolutos como relativos.
En concreto, alcanza un nivel de 95,3 billones de dólares (90,8 billones de euros) a escala mundial, con un alza del 4,9% frente a los 90,8 billones de dólares (86,5 billones de euros) contabilizados a cierre de 2023.
"Casi dos tercios del aumento de la deuda procedieron de las administraciones públicas, con niveles de deuda pública mundial que superan los 95 billones de dólares, frente a los 70 billones de dólares en el periodo previo a la pandemia de 2019", incide el informe del IIF.
En segundo lugar se encuentran las empresas, con un endeudamiento de 91,3 billones de dólares (87 billones de euros, frente a los 90 billones de dólares (85,7 billones de euros) del ejercicio anterior. En su caso, el repunte interanual se sitúa en el 1,4%.
El sector financiero también ha registrado un incremento de su pasivo, que actualmente alcanza 71,4 billones de dólares (68 billones de euros), con un aumento del 0,8% en el último año. A cierre del ejercicio 2023, su volumen de deuda se situó en 70,8 billones de dólares (67,5 billones de euros).
Los hogares ocupan el últumo lugar de la lista, con un pasivo global de 60,1 billones de dólares (57,3 billones de euros), frente a los 59,7 billones de dólares (56,9 billones de euros) del ejercicio previo, lo que arroja un incremento testimonial del 0,67%.
El apalacamiento seguirá al alza, aunque a un ritmo menor
El estudio del IIF afirma que el aumento de la deuda global de 2024, de casi 7 billones de dólares (6,7 billones de euros), ha sido "sustancialmente inferior" al experimentado un ejercicio antes (16 billones de dólares), cuando los recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU impulsó el endeudamiento.
Ahora, en cambio, se está imponiendo la precaución por la incertidumbre que generan las nuevas políticas comerciales y de inmigración en EEUU y a la reducción en las expectativas de que la Fed continúe bajando el precio del dinero en los próximos meses.
En cuanto al incremento de la deuda sobre el PIB, el organismo explica que no solo ha afectado el continuo aumento del endeudamiento, sino también por un crecimiento económico más lento y una moderación en las presiones inflacionarias
Países como Suecia, Nigeria, China, Israel y Arabia Saudí vieron incrementos significativos en sus ratios de deuda, descontando el sector financiero, mientras que rgentina, Turquía, Países Bajos, Grecia e Irlanda experimentaron descensos notables.
De cara a 2025, el IIF espera que el incremento del apalancamiento global siga ralentizándose, ante la incertidumbre de la política económica mundial y el todavía elevado coste de los préstamos, que harán que los prestatarios mantengan una postura de cautela. Este escenario, en concreto, podría limitar la demanda de crédito en el sector privado.
Sin embargo, la deuda pública continuará al alza y podría subir más de 5 billones de dólares en 2025, con EEUU, China, India, Francia y Brasil al frente de este 'nuevo' endeudamiento. Las economías emergentes, por su parte, podrían enfrentarse a un desafío de liquidez significativo debido a las tensiones comerciales y una potencial reducción de la ayuda exterior por parte de EEUU.
Con este panorama global sobre la mesa, el instituto ve necesario equilibrar las políticas económicas para gestionar el endeudamiento sin comprometer la estabilidad fiscal de las naciones de todos los rincones del mundo.
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