
La novación permite renegociar con el banco algunas condiciones de la hipoteca, por lo que es una de las mejores formas para rentabilizar al máximo el préstamo que ya tenemos contratado. Si estás pensando en hacerlo, estos consejos te ayudarán a obtener los mejores resultados con la operación.
1. Tener en cuenta la comisión de novación
El primer consejo que debemos tener en cuenta a la hora de hacer la novación de una hipoteca se refiere a la comisión de novación. Es decir, la comisión que debemos pagar al banco por realizar el proceso de novación. Desde la ley hipotecaria de 2019 esta comisión es de 0,25% durante los tres primeros años de vida del préstamo, pasando a ser del 0% a partir del cuarto año. Teniendo en cuenta esto, es posible que te interese esperar al cuarto año para hacer la novación, ya que te ahorrarás dicha comisión y los gastos de la novación de la hipoteca serán menores.
2. Amortizar hipoteca al principio de la vida de la hipoteca
La novación de la hipoteca nos va a permitir amortizar la hipoteca. Es decir, pagar de forma adelantada el dinero que le debemos al banco. Esto nos va a permitir pagar menos intereses, ya que, al amortizar hipoteca, reducimos el capital que debemos y, con ello, los intereses que nos cobra la entidad por el dinero prestado.
Si amortizamos la hipoteca al principio de la vida del préstamo (por ejemplo, antes de la mitad del tiempo total que debemos pagar la hipoteca) obtendremos mayor rentabilidad con esta operación. Esto se debe a que, con el sistema francés, pagamos más intereses al principio de los préstamos. En consecuencia, si realizamos la amortización de la hipoteca al principio, nos ahorramos más dinero que si lo hacemos al final.
3. Aprovechar los tipos de interés bajos
Otra de las opciones que nos permite la novación de la hipoteca es cambiar el tipo de interés. Por ejemplo, nos permite pasar de una hipoteca variable a una fija. Esto es especialmente útil cuando los tipos de interés están bajos (como sucede actualmente, pese a que en los últimos meses los tipos se están incrementando). De esta forma, nos beneficiamos de estos tipos de interés bajos, pero, al mismo tiempo, evitamos que las futuras subidas del euríbor impliquen que tengamos que pagar más dinero en forma de intereses por nuestra hipoteca.
Si estás pensando en hacer una novación de la hipoteca, ahora es un buen momento para cambiar de hipoteca variable a fija.
4. Ampliación de hipoteca en lugar de una hipoteca nueva
La novación hipotecaria también te permite solicitar una ampliación de la hipoteca. Es decir, obtener más dinero sin necesidad de solicitar una nueva hipoteca o un préstamo personal. Esta es una buena idea si necesitamos financiación adicional (por ejemplo, para reformar la casa), ya que la ampliación de la hipoteca mediante la novación de la hipoteca suele ser considerablemente más económico que pedir una hipoteca nueva (que tiene muchos gastos asociados) o pedir un préstamo personal (que, aunque no tiene gastos asociados, sí suele implicar unos intereses muy elevados).
5. Valora la posibilidad de una subrogación
La novación de la hipoteca debe ser aprobada por tu propio banco. Es decir, puedes pedirla, pero el banco no está obligado a concederla. Si te ves en esta situación, una buena alternativa que no debes pasar por alto es la opción de la subrogación.
En este caso, lo que se hace es traspasar la hipoteca a otro banco y, con el traspaso, reformular las condiciones de la hipoteca. En general, esta es una buena forma de conseguir mejorar las condiciones de tu hipoteca cuando tu banco ha rechazado la novación. ¿Por qué? Porque al nuevo banco le interesa “robarle” el cliente al banco antiguo. En consecuencia, es muy probable que te ofrezca mejores condiciones y no sea tan exigente a la hora de adaptar las características de tu hipoteca a lo que quieres.
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