
El pasado viernes 6 de mayo el índice NASDAQ cayó un 5%, su mayor descenso en un día desde 2020, y la lista de valores con pérdidas exorbitantes se amplió un poco más.
El más notable fue el favorito del comercio electrónico, Shopify, que cayó un 15% después de registrar su crecimiento de ingresos más lento en 7 años, dejando a sus acciones en un 70% este año, peor incluso que el colapso de Netflix, que ha visto sus acciones caer un 69%.
De hecho, de los 192 grandes valores de los sectores de tecnología y servicios de comunicación, 167 han bajado este año. ¿La única excepción notable? Twitter, gracias a la oferta de Elon Musk por la empresa, que estaba muy por encima de la cotización de las acciones.
¿Qué ha cambiado?
Parece que todo se está ralentizando. La pandemia aceleró mucho la transformación digital, y los inversores, que estaban llenos de dinero gracias a los estímulos monetarios y fiscales, se precipitaron hacia las acciones tecnológicas. Con la subida definitiva de los tipos de interés, la inflación en máximos de 40 años y la ralentización del crecimiento, muchas de esas empresas tienen una trayectoria menos atractiva que hace 6 meses.
No es sólo la tecnología
Al ser la parte del mercado que más crece, los valores tecnológicos suelen oscilar más que otros sectores, y son los que más están sufriendo esta venta, pero no ha sido un acontecimiento exclusivo de la tecnología. El índice S&P 500 ha perdido un 14% en el año, y todos los sectores han perdido terreno, excepto el de energía y servicios públicos.
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