El Ibex 35 es el índice estrella indiscutible de 2025. La subida del 41,2% acumulada en los 11 primeros meses del año está a años luz de la de los grandes índices estadounidenses (el mejor, el Nasdaq de valores tecnológicos, avanza el 21%) y de la de los europeos, ya que casi triplica el avance del 15% del Euro Stoxx 50. Ni Asia ni América del Sur pueden seguir el ritmo.
Dos factores explican el vuelo libre del Ibex 35 en lo que va de año. El primero es que la economía española crece a un ritmo muy superior a la media europea. Y el segundo, y el más importante, es que la banca, el sector con más peso en la bolsa española, está firmando un año histórico. Su subida del 96% en 2025 es la que permite al Ibex marcar grandes diferencias.
Sobre el papel, ambos factores seguirán prevaleciendo en 2026. Por ejemplo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado nuevamente al alza su pronóstico de crecimiento para España, hasta el 2,9% en 2025 y hasta el 2,2% en 2026, lo que implica una subida de tres y dos décimas, respectivamente. Muy en línea, CaixaBank prevé que el producto interior bruto (PIB) español crecerá el 2,1% en 2026 liderando de nuevo a la eurozona.
Para los bancos, el escenario es, a priori, favorable. Todo hace indicar que el ciclo de rebajas de los tipos de interés que ha dado con el precio del dinero en el 2% en la eurozona ha terminado. Buenas noticias para el sector financiero, que ha tejido una subida histórica en bolsa en un contexto de tipos a la baja y cuyos márgenes pueden beneficiarse de las subidas que muchos analistas otean para 2026.
El resultado es que, a pesar del fortísimo avance acumulado en 2025 que le ha permitido batir el récord histórico que se le resistía desde 2007, los expertos asignan al Ibex 35 un potencial de subida de alrededor del 5% desde los niveles actuales. Una cifra nada desdeñable, teniendo en cuenta que la rentabilidad de las Letras del Tesoro ya no supera el 2% y que la de los mejores depósitos a plazo y cuentas no llega al 3%.
Pero antes, el Ibex 35 afronta el reto de cerrar el segundo mejor ejercicio de su historia. A falta de un mes para el cierre anual, la gran subida del 54,2% del muy lejano año de 1993 parece inalcanzable. El objetivo será superar el 41,97% de 1996, algo que el selectivo ya ha conseguido provisionalmente en las últimas semanas antes de tomarse un descanso en su histórica carrera alcista.
Para conseguirlo, deberá contar con el apoyo de los bancos, pero también con el de aquellos valores que se han quedado rezagados a lo largo del año y cuentan con potenciales alcistas teóricos muy elevados. Hasta cinco de ellos (Cellnex, Grifols, Rovi, Puig y la socimi Colonial) podrían subir más de un 30% desde los niveles actuales según las estimaciones medias de los analistas. Y también será clave que algunas de las estrellas del año que entra en la recta final mantengan el vigor.
Entre ellos, el trío de valores que forman Indra, Solaria y Banco Santander, que suben más del 100% desde que empezó el año. Otro banco, Unicaja, se queda a las puertas de doblar su valor en bolsa con una subida del 98,% mientras que, liberado de la OPA sobre Banco Sabadell, BBVA le pisa los talones con una revalorización del 96%.
En el otro lado de la balanza, sólo hay seis valores en negativo en lo que va de 2025. Entre ellos un peso pesado como Telefónica, muy castigado tras el anuncio de que rebajará a la mitad el dividendo con cargo al año que viene, desde los 0,30 hasta los 0,15 euros. Su recuperación a corto plazo será necesaria para que el Ibex cierre 2025 a lo grande.
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