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Frenar las dificultades de los jóvenes para acceder al mercado del trabajo sigue siendo uno de los retos más importantes de España en materia laboral. Según los datos de la OCDE, la tasa de empleo de los universitarios en nuestro se sitúa en el 79,8%, lo que significa que no tiene trabajo uno de cada cinco personas con estudios superiores.

El promedio doméstico está casi cinco puntos por debajo de la media de los países ricos y muy lejos de los países nórdicos, Alemania o Suiza, donde supera el 88%. 

El número uno del ranking es Islandia, donde la tasa de empleo entre los universitarios alcanza el 93,6%, mientras que otros cinco países se sitúan por encima del 88%: Suecia, Noruega, Suiza, Países Bajos y Alemania. Por encima de la media de la OCDE se encuentran también Nueva Zelanda (87,3%), Israel (87%), Francia (85%) y Reino Unido (84,8%), así como muchos países del este de Europa.

No obstante, son varias las potencias económicas mundiales que están por debajo del promedio de los países ricos: Australia, Japón, EEUU, Canadá, España e Italia. De toda la OCDE, nuestro país es el sexto con la tasa de empleo más baja entre los países ricos con ese 79,8%, empatado con México. Solo están peor clasificados Italia (79,7%), Corea (77,3%), Turquía (75%) y Grecia (70,4%). 

Según el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que se ha hecho eco de estos datos, España todavía sigue por debajo del pico alcanzado antes de la crisis: en 2007, la tasa de empleo de las personas con estudios superiores se llegó a situar en el 84,7%. 

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