Lo de robos en obras no es nada nuevo: ya hace años que se viene denunciando. Lamentablemente, todo apunta a que el fenómeno sigue en auge y cada vez es más sofisticado: ya no son hurtos aislados, sino que detrás hay redes delictivas cada vez más profesionales y estructuradas. Y no solo es que hayan aumentado los delitos, sino que muchas empresas están siendo presionadas para pagar “protección”.
Eso es lo que pone de manifiesto el Informe del Crimen en la Construcción 2025 realizado por BauWatch, estudio que presenta conclusiones bastante alarmantes: un 76% de los encuestados ha sufrido robos y un 64% ha sufrido actos vandálicos. Un 58% de los entrevistados considera que el crimen en las obras ha aumentado en el último año. Además, el 43% de las empresas de construcción españolas han sido presionadas para pagar por “protección”: un 16% accede a hacerlo.
Parece ser además que en España somos líderes europeos en cuanto a sofisticación criminal, ya que un 75% de los encuestados considera que los autores de los delitos son profesionales (54%) o altamente profesionales (21%). Pero ¿qué es lo que más se roba? ¿Qué tipo de técnica es la más utilizada? ¿Afecta por igual a todas las empresas o las más grandes son más susceptibles de sufrir estos ataques? Hablamos con Ignacio González, director de BauWatch España.
¿Qué es lo más robado?
“Los objetos más robados en España son el cobre (62%), seguido de herramientas pequeñas y eléctricas como taladros o niveles (54%), y cables (53%). También destacan el combustible (26%), el acero y las tuberías (22%), así como los efectos personales de los trabajadores (21%). En menor medida se roban materiales de obra como ladrillos, madera o tejas, e incluso electrodomésticos, maquinaria pesada y vehículos” declara González.
¿Qué tipo de técnicas utilizan los delincuentes?
Parece ser que la delincuencia en la construcción se ha sofisticado notablemente. “Hoy vemos métodos avanzados como el pirateo de sistemas de seguridad (17%), el fraude y la suplantación de identidad impulsados por inteligencia artificial (14%). También hay casos de bloqueo de GPS de equipos, ciberataques y clonación de credenciales digitales. Además, el 37% de los encuestados identifica un aumento de la actividad de redes organizadas, que coordinan operaciones y utilizan tácticas cada vez más sigilosas”, explica el ejecutivo.
Este problema, ¿afecta más a las empresas más grandes o el tamaño no importa?
“Este problema no se limita a las grandes empresas de construcción. Nuestro estudio muestra que los robos y actos de vandalismo ocurren con regularidad en proyectos de todos los sectores, incluyendo la construcción, las infraestructuras críticas y las energías renovables. El tamaño de la empresa tampoco marca una gran diferencia: pequeñas empresas, medianas y grandes corporaciones están igualmente en riesgo. La principal diferencia radica en los métodos que utilizan los delincuentes: mientras que los proyectos más pequeños suelen enfrentarse a robos oportunistas y rápidos, los emplazamientos más grandes son objetivo de tácticas más sofisticadas, que incluyen el uso de herramientas avanzadas, vehículos medianos y grandes, e incluso drones”, aclara el responsable.
¿Podemos hacer un mapa de la delincuencia? ¿Sucede más en grandes ciudades, como Madrid?
“El problema es generalizado en toda Europa, con un 58% de empresas españolas que reportan un aumento de la delincuencia en el último año. En el caso de las comunidades autónomas con más predominancia encontramos Cataluña (81%), Andalucía (80%), Madrid (72%) y Comunidad Valenciana (75%).
En el caso de las infraestructuras energéticas, muchas veces ubicadas en zonas remotas, el riesgo también es muy elevado. Por tanto, no podemos afirmar que sea un fenómeno exclusivo de las grandes ciudades: afecta tanto a núcleos urbanos con mucha obra en marcha como a entornos rurales con proyectos estratégicos”, señala.
¿En qué consiste la “protección” que reconoce haber pagado el 16% de las empresas?
“Se trata de extorsión directa: redes criminales que exigen dinero a las constructoras a cambio de no sufrir daños, robos o interrupciones en la obra. En España, el 43% de las empresas ha recibido solicitudes de este tipo y el 16% admite haber pagado, aunque no descartamos que sean más. Es una práctica muy preocupante porque no sólo encarece los proyectos, sino que también financia a las redes delictivas y perpetúa el problema”, dice González.
¿Se conoce el valor económico de lo robado?
“Sí. Según los datos de nuestro estudio, el valor medio de lo robado en obras o instalaciones asciende a unos 5.500 euros. Lo más habitual, en un 16% de los casos, son robos con un coste estimado de entre 2.000 y 3.000 euros, seguido de un 15% que situó las pérdidas entre 500 y 1.000 euros, y un 13% entre 1.000 y 2.000 euros. Un 8% de los encuestados reportó robos valorados entre 5.000 y 10.000 euros, y un 7% entre 10.000 y 20.000 euros. Los incidentes por encima de 20.000 euros son minoritarios, pero muestran que el impacto económico puede ser muy significativo”, finaliza.
Muestra del estudio de BauWatch
El estudio de BauWatch se ha hecho con una muestra de 3.900 profesionales de la construcción de 10 países europeos, incluyendo España. En España la muestra se ha realizado con 500 profesionales. Los perfiles abarcan distintos subsectores: construcción comercial (42%), vivienda (34%), energía (12%), gestión inmobiliaria comercial (6%) e infraestructuras (5%).
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