
En un rincón de Alemania se levanta el que podría ser el primer complejo residencial de casas de alquiler asequible de la historia, que fue impulsado por el que está considerado como el hombre más rico del mundo hasta la fecha.
No es Amancio Ortega, ni Warren Buffett, ni Elon Musk, sino un banquero alemán que vivió entre siglos XV y XVI, y con un nombre poco conocido. Se trata de Jakob Fugger, cuya fortuna llegó a alcanzar los 400.000 millones de dólares (más de 368.000 millones de euros al cambio actual), prácticamente lo que suman los dos hombres más ricos del planeta actualmente. Según el índice de Bloomberg, el patrimonio conjunto de Elon Musk y Jeff Bezos ronda los 433.000 millones de dólares.
Fugger no destacó por su papel político ni artístico, aunque sí por su faceta de comerciante y por financiar guerras de la época y a monarcas como Carlos I de España y V de Alemania. Pero, sobre todo, por desarrollar la primera iniciativa conocida de viviendas sociales de alquiler que sigue funcionando 500 años después de su fundación.
A este banquero se le atribuye el complejo residencial Fuggerei, una villa medieval ubicada en el centro de la ciudad de Augsburgo (Baviera, Alemania), cuya construcción terminó a principios del siglo XVI y que incluía un total de 52 casas, alquiladas principalmente por familias. Esta pequeña villa sigue operativa en nuestros días bajo propiedad de la familia Fugger y mantiene la misma renta que cuando se fundó.
Mediante decreto, el banquero germano estableció una renta anual sería de 1 florín renano, lo que se traduce en unos 0,88 euros actuales. Un precio que se ha perpetuado a lo largo de los siglos y que siguen pagando los inquilinos actuales, en su mayoría viudas con pensiones bajas que no pueden pagar un arrendamiento en el mercado libre.
Según explica la fundación familiar, actualmente el complejo posee 67 edificios y 142 viviendas. En algunos casos son apartamentos de menos de 70 m2, equipados con cocina y dos dormitorios, aunque también hay inmuebles algo más amplios que disponen de jardín. Con el paso del tiempo, se han ido ampliando las instalaciones del complejo, hasta contar con un colegio, una iglesia, una fuente y un museo. La lista de espera para poder acceder a una de estas casas de alquiler ronda los cuatro años.


Fuggerei se encuentra en un recinto cerrado que cierra sus puertas por la noche y se estima que recibe cada año a unos 200.000 turistas, que pagan un entrada por visitar este complejo de viviendas sociales que lleva cinco siglos en funcionamiento.









2 Comentarios:
El estilo de las paredes con enredadera me recuerda a una de las paredes en el jardín de la casa de mis abuelos maternos. La casa había pertenecido a mis bisabuelos maternos, ambos inmigrantes europeos. Estaba dividida en dos viviendas, con un jardín amplio en el frente, en el que había distintos tipos de plantas.
Me parece que no tenía datos previos sobre este complejo de viviendas sociales. Buscaré más información sobre la fundación.
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