
En los últimos tres años, miles de ciudadanos estadounidenses se han mudado a vivir a Portugal, atraídos por viviendas baratas, ventajas fiscales, el sistema público de salud y educación, la seguridad y, sobre todo, un estilo de vida relajado, impulsado por la posibilidad de teletrabajar desde cualquier parte del mundo. Ahora, esta tendencia está cambiando debido a varias razones, entre ellas el aumento de los precios de la vivienda, mayores trabas burocráticas y también el previsible fin de los visados de residencia, las conocidas como ‘golden visa’ por inversión en vivienda.
En la última década, Portugal ha creado mecanismos para atraer nuevos residentes extranjeros al país, como fue el caso de la ‘golden visa’ en 2012 o el visado para nómadas digitales en 2022. Y la estrategia ha funcionado: el número de residentes extranjeros en Portugal ha aumentado en los últimos años en torno a 700.000, todo un récord. Entre 2018 y 2022, el número de residentes procedentes de EEUU se ha triplicado con creces hasta los 9.794, según datos de Bloomberg.
Pero ahora esta tendencia parece estar revirtiéndose. Muchos expatriados están considerando dejar el país por varias razones: desde el aumento de los costes de vida hasta el incremento de los precios de la vivienda (tanto para comprar como para alquilar), así como nuevos impuestos y la barrera del idioma.
Además, Portugal está perdiendo atractivo para los extranjeros que quieren mudarse al país, ya que el Gobierno ha presentado una propuesta para acabar con las ‘golden visa’ en el programa Mais Habitação, con el fin de bajar los precios de la vivienda. Las visas para nómadas digitales siguen funcionando, otorgando 930 visas en solo seis meses, y los ciudadanos estadounidenses son los que más reciben, afirma Bloomberg.
Expertos y consultores apuntan a una disminución en el número de extranjeros que buscan vivir en Portugal. De hecho, el ‘Get Golden Visa’ registró una caída del 37% en el número de consultas de los norteamericanos en el primer trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año pasado, lo que refleja la caída del interés por vivir en el país vecino.
En este escenario, hay expatriados de EEUU que están dejando caer el ‘sueño americano’ de comprar una casa y vivir en Portugal. Algunos ya miran hacia otros destinos, como España y Francia, para rehacer su vida. Otros están empacando sus maletas para regresar a EEUU.
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