La inversión inmobiliaria china volvió a desplomarse en mayo, mostrando tanto la prolongada debilidad de un motor clave para el crecimiento económico como los retos a los que se enfrentan los promotores inmobiliarios del país, que afrontan problemas de liquidez.
La inversión inmobiliaria se redujo un 7,2% en los cinco primeros meses de 2023, peor que el descenso del 6,2% registrado en el periodo de enero a abril y mayor que las expectativas de los economistas que esperaban una caída del 6,7%.
Los malos datos sobre la inversión inmobiliaria se suman a otros signos recientes de debilidad, ya que en mayo los precios de la vivienda sólo subieron un 0,1% mensual, frente al avance del 0,3% de abril. Y la recuperación de la oferta de vivienda va detrás de la de las ventas.
China está sopesando medidas de estímulo diseñadas para apoyar al sector inmobiliario, tal y como publica Bloomberg, con el objetivo de impulsar un sector que no está mostrando el tipo de mejora que necesita la economía. Las autoridades lanzaron un plan de rescate de 16 puntos en noviembre, pero no ha conseguido desatar un gran frenesí de compras.
El mercado inmobiliario del país se encuentra aún en una "lenta recuperación", declaró Fu Linghui, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, en una rueda de prensa celebrada el jueves tras la publicación de los datos. Dijo que espera que el sector se estabilice gradualmente a medida que se apliquen políticas de apoyo y mejoren las expectativas del mercado.
El desplome del sector inmobiliario tiene amplias repercusiones en la economía. Muchos proyectos se han paralizado, dejando a algunos compradores varados a la espera de apartamentos por los que ya han pagado. Esto afecta al empleo y retrasa los pagos a proveedores y acreedores. Varios grandes promotores están intentando reestructurar sus deudas.
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