
El abandono o el cierre de antiguos comercios estadounidenses, como las típicas tiendas de ultramarinos con su propio aparcamiento, que se han podido ver en cientos de películas, ha dado lugar a una renovación de sus instalaciones, transformándolas para nuevos usos, con lo que la estética y la historia de las ciudades consiguen mantenerse. En esta ocasión, venimos a hablar de una antigua tienda transformada en fábrica de sake en el estado de Nueva York.

De Badulake a fábrica de cerveza
Jun Mitsui & Associates, en colaboración con el estudio estadounidense Pelli Clarke & Partners, ha llevado a cabo la transformación de una antigua tienda de ultramarinos en una fábrica de sake situada en el sureste del estado de Nueva York. Concretamente en Hyde Park, en el valle del Hudson. Este complejo, con una extensión de 5.110 metros cuadrados, albergará las instalaciones para la elaboración del sake de la marca Dassai, bajo el nombre de Dassai Blue Brewery.
En las instalaciones tendrá lugar el lavado, secado, cocción al vapor y fermentación del arroz. Según explican desde estudio Pelli Clarke & Partners, “la cervecería Dassai está diseñada para armonizar belleza y funcionalidad, con lo que se invita a los visitantes a observar el proceso de elaboración de la cerveza en un entorno que mezcla la estética moderna y la tradicional, así como el mundo construido y el natural”.

Diseños japoneses para una fábrica norteamericana
El proyecto consta de tres edificios principales: la fábrica de sake, ubicada en la antigua tienda de comestibles Stop & Shop, un edificio dedicado al pulido del arroz y otro destinado al tratamiento de aguas residuales. La intención del equipo de diseño fue combinar elementos de la arquitectura japonesa con las necesidades de una fábrica de pequeña escala en el norte del estado de Nueva York. Según el estudio, “dado que el emplazamiento se encuentra en la cuenca del río Hudson y está sometido a controles paisajísticos muy estrictos, prestamos gran atención a mantener la armonía con el ambiente histórico del paisaje urbano circundante”.

Así, el diseño del edificio principal se inspira en el concepto japonés engawa, un elemento nipón semejante a un porche o veranda que rodea la estructura. Esta estética es debida al origen del cliente, un cervecero japonés que fabrica principalmente sake. El edificio rectangular cuenta con amplios aleros que envuelven la entrada, creando un paseo cubierto. Las ventanas, que van desde suelo al techo, permiten a los visitantes observar el proceso de elaboración mientras disfrutan de una sala de degustación.

La distribución de la producción se ha planificado aprovechando los dos muelles de carga existentes, siguiendo un movimiento contrario a las agujas del reloj. Desde la recepción del arroz pulido en el edificio noreste hasta su embotellado y envío en el sureste, el proceso de elaboración fluye de manera eficiente a través de las instalaciones.

El edificio destinado al pulido del arroz presenta un diseño más pequeño y está revestido con cedro carbonizado Yakisugi, con un techo a dos aguas que refleja la estética de la fábrica principal. En él, las máquinas trituradoras automáticas eliminan la capa exterior de los granos de arroz, dejando al descubierto el almidón que se utilizará en el proceso de fermentación. Asimismo, también se ubican unas largas mesas donde se crea el Koji, un arroz moldeado que se mezcla con otros ingredientes para crear el fermento.

El proyecto, además de producción de sake, pretende fomentar la educación y el conocimiento sobre esta bebida en Estados Unidos, junto con el Culinary Institute of America. De esta manera, se espera que “este establecimiento se convierta en parte de la difusión de la cultura japonesa en otros países y crezca junto con la cultura local estadounidense”.


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