Su icónica tienda de la calle Serrano reabre tras una reforma integral en la que ha participado Olga Moreno, arquitecta y nieta de los fundadores de la pastelería
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Pastelería Mallorca
Pastelería Mallorca Mallorca

Los que ahora vayan a desayunar (o a merendar o a comer) a la pastelería Mallorca de la madrileña calle Serrano podrán hacerlo en un ambiente más moderno: la empresa familiar con más de 90 años de historia ha renovado su tienda insignia, la de la céntrica calle Serrano de Madrid, dándole un aire completamente diferente: autoservicio, espacio de 'coworking', zona de mesas y terraza totalmente renovadas. Un cambio de look total para evocar tiendas del extranjero como puede ser el rincón gastro de los archifamosos almacenes Harrod’s de Londres.

Fachada de la pastelería Mallorca
Fachada de la pastelería Mallorca Mallorca

Del diseño del local se ha encargado el estudio de interiorismo de Alejandra Pombo, que ha trabajado estrechamente con el estudio Inner XXI y con Olga Moreno, arquitecta y nieta de los fundadores y responsable del resto de tiendas de la firma.

Este concepto de tienda, mucho más moderno y dirigido a un cliente de perfil muy internacional, reemplaza a la mítica tienda de esta calle de Madrid, que tenía un estilo más tradicional y en la que eran habituales las colas en la puerta, sobre todo en determinadas épocas del año, algo que se ha querido evitar con este espacio mucho mayor.

Zona de mesas bajas de la pastelería Mallorca
Zona de mesas bajas de la pastelería Mallorca Mallorca

En la nueva tienda hay tres espacios claramente diferenciados: una zona de expositores de libre servicio; una planta baja con vistas al obrador y una planta superior con mesas bajas y servicio de mesas tradicional. Destaca, en el espacio, la estética vanguardista del local y el imponente suelo de mármol blanco y rojizo que pasa a convertirse casi en seña de identidad ya que se reproduce en el nuevo 'packaging' inspirado en dicho suelo.

Zona de mesas bajas de la pastelería Mallorca
Mallorca

"Este nuevo concepto de tienda está orientado a un público global e internacional, pero también se ha diseñado pensando en los clientes madrileños que ahora pueden escoger su momento Mallorca y disfrutarlo como y donde quieran: en el parque del Retiro, en la oficina o en casa. Estamos muy ilusionados con este proyecto”, comenta Carlos Arévalo, director de tiendas de Mallorca.

La obra ha durado cuatro meses y supuesto una inversión superior al millón de euros. Con este cambio, la empresa espera recibir entre 2.000 y 3.000 visitas diarias, frente a las 700 anteriores a la reforma. A buen seguro muchos de esos clientes irán buscar algún producto salado, el tortel, los croissants, las palmeritas de chocolate o las ensaimadas, algunos de los 'best seller' de la firma.

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