De altavoces que enloquecen a aspiradoras robóticas que la lían: las pifias más divertidas de la ‘smart home’

Abrir tu casa con el dedo puesto en el móvil, encender y apagar las luces desde la cama, poner tu canción o película favorita solo con la voz… la ‘smart home’ ha abierto un mundo nuevo de posibilidades y comodidades. Sin embargo, las casas inteligentes aún no son perfectas y algunos de sus residentes han visto cómo su hogar actuaba de forma extraña. Las aspiradoras robóticas, los frigoríficos inteligentes o los asistentes virtuales pueden meter la pata de vez en cuando, dando lugar a situaciones tan divertidas como desastrosas.

La excesiva obediencia de los mayordomos robóticos

En los últimos meses, los altavoces inteligentes que obedecen solícitos las órdenes de sus dueños se han puesto de moda. Amazon fue el primero en lanzar su mayordomo robótico, Echo, que atiende a las peticiones de los usuarios gracias al reconocimiento de voz de su asistente virtual, Alexa.

A sabiendas de sus popularidad, la serie ‘South Park’ decidió gastar una pequeña broma a sus espectadores dando unas órdenes de voz a Alexa durante un episodio. Así, cuando el personaje de animación Eric Cartman ordenó a su altavoz que pusiera una alarma a las 7 de la mañana con una lista de la compra llena de obscenidades, los altavoces de los espectadores captaron la voz y programaron la alarma. 

Además, Burger King ya ha lanzado su primer anuncio dirigido a Google Home (el altavoz asistente de Google). “Estás viendo un anuncio de 15 segundos de Burger King, en el cual por desgracia no da tiempo a explicar todos los ingredientes frescos de una Whopper. Pero tengo una idea. Ok, Google, que es una Whopper Burger?” preguntaba el protagonista del anuncio, activando así el sistema de reconocimiento del altavoz.

Obediente, el mayordomo robótico relataba a los espectadores los ingredientes de la Whopper sin que la compañía tuviera que pagar por ese espacio publicitario. Ahora bien, los dispositivos inteligentes de Google dejaron de reaccionar al anuncio al poco tiempo.

Foto: MEDION Pressestelle

En ocasiones, el problema no es que los altavoces inteligentes obedezcan a cualquiera, sino que ni siquiera entienden bien las órdenes, dando lugar a divertidas situaciones. Por ejemplo, un adorable niño le pidió a un Amazon Echo que pusiese una canción (“toca ‘digger’, ‘digger’”) mientras sus padres captaban el entrañable momento en vídeo. El problema es que las cosas tomaron un giro inesperado: Alexa respondió a la petición del niño diciendo que su solicitud de “pornografía y ‘dildos’” estaba en marcha. Entre risas, los padres consiguieron pararle los pies al asistente a tiempo.

Cuando tu casa toma vida propia

La caída de Amazon Web Services, el proveedor de servicios en la nube del gigante del comercio electrónico, dio lugar a un error más grave: numerosas casas inteligentes que dependían de él se quedaron a oscuras. “¡Bienvenidos al futuro!” decía uno de los afectados en Twitter. 

Foto: CODE_n

Pero, más allá de las luces, son muchos los electrodomésticos inteligentes susceptibles de volverse locos a día de hoy. Por ejemplo, una ‘smart TV’ la armó durante un funeral cuando mostraba las diapositivas de los fallecidos: emitió en su lugar escenas eróticas mientras la familia guardaba duelo.

Algo similar le ocurrió al dueño de una nevera inteligente, que, además de enfriar, disponía de una pantalla táctil para realizar otras funciones. Cada mañana, se encontraba mensajes y dibujos obscenos. Sin embargo, cuando su familia volvía, los mensajes desaparecían. El misterio quedó sin resolver pero es improbable que la nevera hubiese tomado conciencia, por lo que seguramente se trató de una broma de alguien que accedió al control del refrigerador. 

Foto: Samsung USA

En ocasiones, son las propias máquinas las que acaban metiendo la pata por sus escasos conocimientos del mundo real. Jesse Newton, el dueño de una aspiradora robótica Roomba, contó una interesante anécdota en Facebook. Su perro dejó un regalito sobre el parqué del salón, con la mala suerte de que el robot lo consideró una amenaza a la higiene e intentó limpiarlo. El resultado no fue el esperado y la aspiradora lanzó los restos de las heces caninas por toda la casa. 

Foto: Karlis Dambrans

No ha sido el fallo más peligroso de un robot aspirador. Hace un tiempo, uno ‘atacó’ incluso a su dueña en Corea del Sur. La mujer dormía sobre el suelo de su casa y el autómata le aspiró el pelo como si de polvo se tratase. Tras llamar a los bomberos, logró que la liberasen. 

Así que aún queda mucho por andar para que los dispositivos conectados y los autómatas estén a la altura de los humanos en las tareas domésticas. Aunque la casa inteligente puede hacernos la vida más cómoda, sus errores dan lugar de vez en cuando a una situación vergonzosa.