Es posible conseguir una casa accesible sin necesidad de hacer obras, lo que facilita la libertad de movimiento, sobre todo de mayores y personas con discapacidad
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Cocina accesible
Cuida tu casa

Artículo escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa

Como cada año, el 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Una jornada que tiene como objetivo dar a conocer los derechos y el bienestar de estas personas y donde, además, se aprovecha para mostrar al mundo que no todo está adecuadamente adaptado para quienes tienen movilidad reducida, como por ejemplo las viviendas.

Cuando alguien compra una casa con la intención de venderla o alquilarla, los dueños no se paran a pensar en adaptarla para que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de adquirirla y disfrutarla.

Existe una gran variedad de tipos de discapacidad -físicas, mentales, psíquicas-, pero en el fondo, cualquier mejora que se pueda realizar, por pequeña que sea, va a ayudar a todas aquellas personas que padecen discapacidad.

Llegado el momento de adaptar una vivienda, siempre se debe tener claro que antes de realizar cualquier modificación, hay que priorizar la comodidad y facilidad de movimiento de todas las personas, incluidas las que tienen algún tipo de discapacidad.

Posibles reformas para una casa 100% accesible

Cada estancia de la casa puede ser reformada. Y hay pequeños cambios que, sin la necesidad de realizar obras, pueden lograr una casa 100% accesible.

Así pues, las puertas tradicionales son el mayor enemigo de todas las personas que padecen discapacidad, por lo que en el caso de quienes tengan movilidad reducida se recomienda poner en su lugar puertas correderas que tengan como mínimo 80 centímetros de ancho.

Asimismo, en el interior de cada habitación y tras haber pasado la puerta, se recomienda que haya un espacio libre de aproximadamente 1,50, o en su defecto, al menos 1,20 metros de diámetro.

En paralelo, elegir adecuadamente el tipo de suelo es clave. Debe ser antideslizante para evitar caídas y que en todo momento sea liso. De esta forma, también es aconsejable que todas las esquinas estén cubiertas con material acolchado, para que en caso de caer al suelo y darse un golpe el material proteja.

En cuanto a los dormitorios, en cada lado de la cama debe haber un ancho no inferior a 0,90 centímetros y en los pies debe haber un espacio igual o superior a 0,90 metros.

La cocina y el baño son las dos estancias más usadas en el día a día. Además, se consideran los lugares más peligrosos y donde hay más probabilidad de que se produzcan caídas. En cuanto a la cocina, el menaje debe estar en una zona accesible, sin la necesidad de realizar movimientos innecesarios. Además, electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas deben poder ser controlados mediante un mando y el horno o el microondas debe estar a una altura media, ni muy bajo ni muy alto para facilitar su acceso a una persona en silla de ruedas. En cuanto a los baños, hay una gran cantidad de reformas que se pueden hacer, como por ejemplo, tener una ducha frente a una bañera o instalar arras en el aseo es recomendable.

Por otra parte, la casa debe estar libre de obstáculos y hay que quitar todos los inmuebles que pudieran estorbar o dificultar el paso.

Finalmente, la seguridad es clave en este tipo de viviendas. Los detectores de humo junto con las alarmas tienen que estar al alcance de todos. Igualmente, la instalación del gas debe estar en perfecto estado de mantenimiento y es importante que cubra todos los requisitos de seguridad exigidos por la compañía.

Sea como fuere, tener una casa accesible no solo favorece a gente con discapacidad, sino que puede facilitar la libertad de movimiento a todos, ya sea porque nos hemos lesionado o porque venga una persona mayor y quiera valerse por sí sola. En el fondo, favorece y mejora la vida de todos. Siendo esta más cómoda y fácil para nuestro día a día.

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