El IRAV cerró enero al 2,19%, siete décimas por debajo de la inflación (2,9%), pero los contratos de arrendamiento se actualizan con él
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Experiencias de caseros: Reacciones y testimonios sobre el nuevo índice de actualización de rentas
Victor Gómez / Flickr

Otro año los contratos de alquiler de vivienda habitual se despiden del IPC para actualizar la renta. Ahora, en cambio, todos los contratos de arrendamiento firmados después de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda (26 de mayo de 2023), lo harán por el Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV) elaborado por el INE.

El IRAV cerró enero al 2,19%, siete décimas por debajo de la inflación (2,9%). Así, a priori, no parece que sea muy justo actualizar la renta una vez al año por debajo de la inflación, pero ¿qué opinan las partes afectadas?

Esto opinan los inquilinos del nuevo índice para actualizar el alquiler

Las reacciones de los arrendadores no se han hecho esperar. En este artículo te mostramos testimonios de propietarios sobre el nuevo índice de actualización de rentas del alquiler

Reacciones de arrendadores sobre el nuevo índice de actualización de rentas del INE

M., consultora: se han olvidado de nosotros

Con los ahorros de muchos años de trabajo, compré una vivienda para alquilar. Actualmente, es mi única fuente de ingresos, ya que perdí mi empleo y sigo buscando otro. Sin embargo, estoy perdiendo poder adquisitivo, y además, en muchas ocasiones, mi inquilino paga el alquiler con retraso.

A esto se suman las constantes subidas del IBI y de la cuota de la comunidad, así como el coste de mejoras en el edificio que he tenido que asumir y que no puedo repercutir al inquilino. Estas mejoras (como el portero automático o la llave de portal por contacto) han revalorizado la vivienda, lo que me permitiría alquilarla a otro precio en mejores condiciones, pero la ley te obliga a respetar el contrato, aunque este se haya vuelto en tu contra.

Hay inquilinos que quizás deberían buscar viviendas más baratas, acorde a sus posibilidades, porque los arrendadores no deberíamos cargar con su falta de capacidad económica o con un posible descontrol en sus gastos. No es justo que debamos asumir que vivan por encima de sus posibilidades. A mí también me hubiera gustado vivir en una casa más grande o mejor, pero me ajusté a lo que podía permitirme, ahorrando desde el primer mes en que empecé a trabajar. 

Si el alquiler deja de ser rentable debido a la pérdida de poder adquisitivo, la subida del IPC y el incremento de los costes de mantenimiento (como el de la caldera de gas, que pago yo), tendré que plantearme vender la vivienda e invertir en otro sitio. Garantizar una vivienda digna y asequible para los españoles es responsabilidad del Estado. Pero decidir dónde invertir es mi derecho.

Los inquilinos siempre salen beneficiados con la legislación, porque está claro que se legisla a su favor. Para colmo, cuando acudí al SEPE, me informaron de que, al tener ingresos por el alquiler, no tengo derecho a ninguna ayuda.

Entonces, ¿dónde están esos grandes propietarios que, según los políticos, se enriquecen y especulan con la vivienda? Porque yo no conozco a ninguno.

Después de años de trabajo y esfuerzo para ahorrar y asegurarme una estabilidad en la jubilación, ahora me estoy descapitalizando y gastando mis ahorros porque el alquiler ya no es suficiente para cubrir el aumento del coste de vida. Y todo porque el Estado considera que soy “rica”. ¡Menuda injusticia!

Ojalá los políticos vivieran con un único alquiler y un inquilino que paga tarde o, peor aún, que no paga. No todos los arrendadores somos grandes propietarios, y este es un dato crucial que debería conocerse: ¿cuántos pequeños propietarios hay en España con una única vivienda en alquiler y con precios ajustados? El Estado, el Gobierno y la ley se han olvidado de nosotros.

César García, abogado: no volveré a alquilar y venderé el piso

Está claro que la vivienda no debe ser objeto de especulación, pero no se puede legislar solo a favor de una de las partes involucradas. El mercado del alquiler está emponzoñado por una falta de seguridad jurídica tremenda. 

¿Cómo puede ser que se conociera cómo se actualizarían las rentas en 2025 apenas 11 días antes de que terminara 2024? ¿Cómo es posible que si un inquilino deja de pagar, el propietario tarde un año o más en recuperar su vivienda? La Justicia en España es como golpearse con la cabeza con la misma pared una y otra vez. Sé de lo que hablo. Pero no le interesa a nadie, a ningún partido político arreglarla.

Creo que las medidas intervencionistas están lastrando el mercado del alquiler de forma notable. Lo estamos viendo. Menos oferta y precios disparados. Que no puedas subir la renta por el IPC es una barbaridad. ¿Quién compensa la pérdida de poder adquisitivo de los pequeños propietarios como yo? En mi caso, la vivienda que tengo alquilada es heredada. Y solo pienso en qué momento me decanté por hacerlo. 

Además de que me consta que tienen la casa de mis padres, de mi infancia, como un auténtico basurero, han dejado de pagar la comunidad. Como abogado conozco los plazos de la justicia. He intentado llegar a un acuerdo con ellos para que abandonen el piso a cambio de perdonarles la deuda, pero conocen la ley que les afecta, y saben cómo aprovecharse de ella. 

No solo se trata de rentabilidad, sino también de la indefensión a la que se enfrentan muchos propietarios. Hay inquilinos que dejan de pagar, deterioran la vivienda y aun así tienen la ley de su lado. Mientras tanto, los propietarios deben asumir los costes, y sufrir los retrasos judiciales y la incertidumbre de cuándo podrán recuperar su casa.

No puede ser que toda la legislación del alquiler se redacte para los inquilinos, pasando por el índice que no tiene en cuenta cómo yo me enfrento a la inflación, pero sí a su situación, hasta los dilatados plazos para ejecutar un desahucio. No puede ser que recaiga en los particulares que no son grandes tenedores la responsabilidad de dar una vivienda a otras personas. Eso es responsabilidad del Estado. Que construyan casas, pero esa es otra. Los mayores especuladores de suelo son los ayuntamientos y las administraciones, pero no interesa… Con mi alquiler voy a perder dinero, mucho dinero, salvo que les dé por irse del piso. Cuando termine este contrato, venderé la casa.

Paz Naseiro: el nuevo índice va a seguir eliminando oferta del mercado

El nuevo índice para actualizar el precio del alquiler añade una capa de complejidad innecesaria a una situación que, de por sí, ya es complicada. Incluso con el IPC, todos sabemos que la vida avanza más rápido que las estadísticas. Los precios de bienes y servicios esenciales, como la energía, el mantenimiento o los impuestos, no siempre se reflejan de manera inmediata ni adecuada en los índices oficiales, lo genera distorsiones en el mercado.

Más allá de las fórmulas matemáticas y los intentos de regulación, creo que es fundamental recuperar valores morales como la honestidad y la responsabilidad, tanto por parte de los propietarios como de los inquilinos. Puede parecer una idealización, pero es una base imprescindible para construir relaciones sostenibles en el sector del alquiler. 

Se deben evitar los abusos en ambos extremos: ni rentas desproporcionadas que expulsen a los inquilinos del mercado ni exigencias desmedidas que conviertan el arrendamiento en una carga insoportable para los propietarios.

Personalmente, estoy en contra del intervencionismo, y el índice va a contribuir a  desincentivar la oferta de casas en alquiler. En lugar de generar confianza, introduce incertidumbre y reduce el atractivo de poner inmuebles en el mercado.

Además, considero que este índice no tiene un verdadero propósito útil. Parece más una medida simbólica, un intento de aparentar que se está actuando sobre el problema del acceso a la vivienda, cuando en realidad no aborda la raíz del asunto. La crisis del alquiler es un problema estructural, derivado de la falta de oferta, los altos costes de la vida y una regulación que, en muchos casos, desincentiva la inversión en casas para arrendamiento. Cualquier medida que presione artificialmente a los propietarios terminará por reducir aún más la disponibilidad de viviendas, lo que, paradójicamente, perjudicará a los inquilinos en lugar de beneficiarlos.

Si realmente se quiere mejorar la situación del mercado del alquiler, es necesario fomentar políticas que impulsen la oferta, reduzcan la burocracia y promuevan la seguridad jurídica para ambas partes. De lo contrario, seguiremos aplicando parches que, lejos de solucionar el problema, solo lo empeoran.

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