Aunque se mantiene estable, según el Colegio de Registradores, la demanda extranjera de vivienda en España se ha reducido ligeramente en términos porcentuales, si bien han supuesto el 14,1%, aún en el rango alto de la serie histórica. En ocho comunidades autónomas se han registrado incrementos trimestrales en el peso de las compras de vivienda por extranjeros sobre el total de operaciones. Las proporciones más altas son en Islas Baleares (30%), Comunitat Valenciana (28,3%), Canarias (24,6%), Región de Murcia (20,4%), Cataluña (15,6%) y Andalucía (14,2%).
Cataluña ofrece una combinación difícil de igualar: excelente calidad de vida, clima mediterráneo, buena conectividad aérea y ferroviaria, infraestructuras modernas, sistema sanitario sólido y un entorno cultural y gastronómico muy atractivo.
Barcelona, en particular, y en palabras de Damian Hecht, socio de la inmobiliaria de alta gama Walter Haus, es una ciudad global que combina tradición y modernidad, lo que la convierte en un destino recurrente tanto para vivir como para invertir.
“Además, el mercado inmobiliario catalán ofrece seguridad para el comprador extranjero, y una demanda sólida tanto en compra como en alquiler, lo que permite a muchos inversores obtener una rentabilidad razonable mientras protegen su capital”, señala en experto.
¿Qué perfil extranjero invierten en vivienda en Cataluña?
El perfil del inversor extranjero en Cataluña ha evolucionado en los últimos años. Damian Hecht destaca que hoy predominan dos grandes tipos: el comprador de alto poder adquisitivo que busca una segunda residencia o una inversión patrimonial segura —proveniente mayoritariamente del norte de Europa (Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido) y de Estados Unidos—; y por otro lado, el comprador internacional de clase media-alta, a menudo profesionales digitales, emprendedores o familias con hijos, que buscan establecerse en Barcelona u otras zonas atractivas de la costa.
Por su parte, Rebeca Pérez, CEO y fundadora de Inviertis, ve también varios perfiles, el inversor europeo, principalmente de países como Francia, Alemania, Países Bajos y Bélgica, que busca una inversión estable, con rentabilidad neta desde el primer día, en zonas urbanas consolidadas. “Suelen ser perfiles con experiencia inversora, que valoran la seguridad jurídica, la estabilidad del euro y el atractivo turístico de la zona. Lo quieren para invertir hasta que se jubilen o vengan de vacaciones”.
Y también el perfil latinoamericano que combina la inversión con la intención de tener un “plan B” o incluso una puerta de entrada a Europa. “Muchos compran propiedades ya alquiladas, con la idea de obtener rentabilidad inmediata, pero con vistas a una residencia futura o para sus hijos”.
Buscan vivienda ya alquilada con buena rentabilidad
A la hora de elegir vivienda, el inversor internacional tiende a buscar viviendas bien ubicadas, con buenas calidades, terraza o espacios exteriores, luz natural y una distribución moderna. “En Barcelona, por ejemplo, se valoran especialmente los pisos reformados en fincas regias del Eixample o los áticos con vistas”, aclara Damian Hecht.
En zonas costeras, como la Costa Brava o el Maresme, se priorizan villas independientes o apartamentos con vistas al mar, en comunidades con piscina. “Además, en estas zonas, hay un creciente interés por viviendas sostenibles o energéticamente eficientes, y algunos inversores buscan propiedades que puedan rentabilizar mediante alquiler temporal o turístico, especialmente si no tienen previsto residir de forma permanente”, destaca el experto.
En Inviertis destaca que el producto estrella para este comprador es la vivienda ya alquilada con buena rentabilidad. Hablamos de pisos entre 60 m² y 90 m², de 2 o 3 habitaciones, en edificios en buen estado, idealmente con inquilinos solventes y contratos actualizados.
“Los inversores más experimentados buscan además propiedades con potencial de revalorización”, puntualiza.
Cerca del mar
Como los inversores quieren rentabilizar sus propiedades, en Cataluña, las zonas en las que invierten son Barcelona ciudad, sobre todo en distritos como Eixample, Sants-Montjuïc, Les Corts y Sant Martí, “donde se combinan buenas rentas con demanda de alquiler sostenida”, según Rebeca Pérez. También zonas del área metropolitana como L’Hospitalet, Badalona o Sabadell, donde la rentabilidad bruta puede superar el 6%.
Y los destinos costeros como Sitges, Castelldefels o Cadaqués también atraen inversión extranjera, sobre todo por el componente turístico o de segunda residencia.
Además de Barcelona, el experto de Walter Hous señala:
- Costa Brava: pueblos como Begur, Calella de Palafrugell, Sant Antoni de Calonge o Sant Feliu de Guixols, por su encanto mediterráneo, privacidad y oferta de viviendas de alto nivel.
- Maresme: municipios como Alella, Sant Andreu de Llavaneres o Cabrils, atractivos por su proximidad a Barcelona y estilo de vida tranquilo.
- Sitges: muy popular entre compradores europeos y norteamericanos por su ambiente cosmopolita y su acceso rápido a Barcelona.
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