Sigue en marcha el propósito de la Generalitat de engordar la lista de pisos de alquiler social para garantizar el derecho a vivienda. La consellera de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda, Meritxell Borràs, ha entregado las llaves de dos bloques de pisos destinados a alquiler social a Olot (Girona), comprados a medias con el Ayuntamiento. Es la primera vez que la Generalitat y un ayuntamiento adquieren conjuntamente pisos por el derecho del tanteo y retracto.
La Generalitat ha comprado en los últimos 18 meses 377 viviendas en toda Cataluña, de las cuales 93 se encuentran en comarcas geronenses. De esas 93, las primeras 28 en construirse estarán en el barrio de Sant Miquel, que se desglosarán en 18 pisos asequibles preferentemente para jóvenes de menos de 35 años, dos para personas mayores de 65 años que vivían con barreras arquitectónicas y otro para una familia monoparental.
Con la intención de lograr la cifra que ronda en otras regiones europeas, por una parte, la consellera Borràs explicó la prioridad del gobierno catalán en ampliar la vivienda pública que, gracias al decreto de ley 1/2015, han podido ampliar su oferta de alquiler social y, por otra parte, consiguen "evitar posibles dinámicas de especulación inmobiliaria" y hacer frente a una posible burbuja inmobiliaria equilibrando oferta pública con privada.
En la entrega de llaves, Borràs explicó que la compra de viviendas por tanteo y retracto "es una posibilidad que tienen tanto la Generalitat como los ayuntamientos para ser los primeros en acceder a la propiedad con el primer precio de salida, lo que implica buen precio", y así "ampliar el parque público de viviendas".
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