
El estudio Crossboundaries, con sede en Beijing, presenta su Escuela Jinlong. El peculiar proyecto consiste en un edificio prefabricado para albergar un centro escolar. Uno de los datos más impresionantes es el corto periodo de tiempo que ha sido necesario para finalizarlo: solo 13 meses.
La escuela de 36 aulas está ubicada dentro del distrito de Pingshan en la metrópoli de Shenzhen, China. El rápido incremento de población que está viviendo esta zona hacía urgente realizar determinadas actuaciones para paliar dar respuesta a algunos retos, como, por ejemplo, paliar el déficit de determinados servicios públicos. “Shenzhen se enfrenta, debido a su rápida expansión demográfica, a una escasez general de escuelas públicas. El distrito de Pingshan (establecido en 2017) pronosticaba que para el otoño de 2018 las cifras de matrícula de estudiantes superaron en gran medida, lo que llevó al gobierno a aprobar con bastante rapidez varios proyectos de escuelas prefabricadas que se completarán en aproximadamente un año de construcción”, explica en su web el estudio encargado del proyecto.
El diseño resulta muy llamativo, incluso alegre, entre otras cosas por su colorido. Además, los arquitectos buscaron no solo maximizar el potencial de la arquitectura prefabricada, sino también realizar un proyecto que tuviera un impacto social significativo. La estructura multifuncional se construyó en menos de la mitad del tiempo que un edificio de escala equivalente con métodos convencionales.
El estudio trató de ofrecer en su diseño soluciones inteligentes capaces de adaptarse a las necesidades, sin dejar de observar algunas limitaciones. Una de las decisiones tomadas en este sentido fue priorizar el uso de elementos prefabricados de modo que estos suponen alrededor del 75% del proyecto. Con ello, se ha logrado reducir drásticamente el desperdicio de construcción en el sitio, la construcción húmeda requerida, la mano de obra y el tiempo de construcción. Los costos de transporte se mantuvieron al mínimo ya que el equipo trabajó con una fábrica local de elementos prefabricados con sede en Shenzhen. También se incorporaron ventajas adicionales como la eficiencia energética, el respeto al medio ambiente y la resistencia a los terremotos.
“El desafío de Crossboundaris también fue muy intrigante: ser lo más creativo posible, dentro de una variedad de limitaciones en el presupuesto y el tiempo, un área muy pequeña de aproximadamente 16.000 m2, el uso obligatorio de tantos componentes prefabricados y elementos compuestos de metal como sea posible, y al mismo tiempo para integrar todas las funciones necesarias para este campus escolar”, señalan.
Los sistemas modulares prefabricados se han construido dentro de los edificios, de forma que configuran el interior de los espacios residenciales y educativos, como dormitorios, aulas de enseñanza y otras aulas. En cambio, otros espacios, en especial aquellos públicos y de reunión, se han construido utilizando fórmulas de construcción convencionales.
El objetivo final que se perseguía con este proyecto era el de lograr crear una escuela humana y orientada a las personas, y diseñar un espacio que brinde una solución a un problema realista que uno tiene que enfrentar en ciudades en rápida expansión en el futuro.









Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta