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Vecinos ‘porculeros: el hilo que destapó las anécdotas más surrealistas de la vida en comunidad
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La convivencia en comunidad es un máster intensivo en paciencia. Y si no, que se lo digan al usuario Pararapapá (@pararapapa_1), que lanzó en X la invitación a contar “anécdotas de vecinos porculeros”. Lo que empezó con una simple queja sobre una vecina que le regañaba por usar la puerta automática del garaje “porque se gastaba el motor”, terminó convirtiéndose en un festival de historias delirantes. Si alguna vez pensaste que tu comunidad era complicada, respira: hay vecinos capaces de quejarse de una planta de plástico, del olor a coliflor o del ruido de andar descalzo. Y lo mejor es que ahora tenemos todas esas historias reunidas en un mismo hilo para reírnos… o para temer la próxima junta de propietarios.

Las broncas más absurdas

  • La maceta de plástico: a Mercedes S le tocó lidiar con una vecina convencida de que su planta atraía moscas… que solo se colaban en su casa. El detalle gracioso: la planta era de plástico.
  • La coliflor detectivesca: Nuria contó cómo una vecina fue piso por piso buscando al culpable de cocinar coliflor porque el olor llegaba a su dormitorio. Más tarde, tras encontrar meados en el ascensor, llegó a “amenazar” a unos niños con poner cámaras de seguridad.
  • La siesta sagrada: Gineta relató que, durante las obras de su cocina, su vecina apareció indignada porque no podía dormir la siesta. Una noche incluso subió a las diez y pico para preguntar si tenían un motor encendido: en realidad la familia ya estaba en la cama.

El catálogo de amargados

  • El presidente vitalicio: Vinagrita habló del clásico vecino que vigila el patio desde la ventana e impide que los niños corran, jueguen a la pelota o, directamente, respiren.
  • El patrullero de calefacción: Flora recordó al vecino que vigilaba quién abría ventanas para ventilar porque “se gastaba la calefacción central”.
  • El anti-escaleras sucias: Johnny contó que una vecina se quejó porque fregaba las escaleras solo un día por semana, cuando ella lo hacía el viernes anterior.

El surrealismo hecho persona

  • Las larvas de compañía: un usuario confesó que le llamaron la atención por acumular basura, cuando en realidad criaba una turba de larvas como mascotas. Él defendió que eran “criaturas de Dios con derecho a vivir igual que nosotros”.
  • El ruido de andar descalza: Selkitita recordó al vecino que subió a protestar porque, según él, el ruido de sus pasos descalzos no le dejaba dormir. Decía ser chófer de autobús y que sus pasajeros corrían peligro si no descansaba bien.
  • El aparcamiento imposible: Elliott contó cómo su vecina aparca tan torcido que él no puede meter el coche. Al pedirle que rectificara, ella respondió: “Yo estoy bien aparcada en mi plaza”. 

Cuando el mal gusto se disfraza de estética

  • El armario prohibido: Lara tuvo que retirar un armario de su terraza porque “rompía la estética” del edificio, a pesar de que, según ella, “si el edificio es más feo mete miedo al pánico”.
  • La humedad imaginaria: Bea lleva tres años soportando que su vecino asegure que las manchas de su techo vienen de su baño, aunque tres peritos han confirmado lo contrario.

Historias con mala leche

  • El herbicida asesino: Susana denunció que sus vecinos echaron herbicida en su jardín, matando su zarzamora y secando toda la vegetación. “Mi jardín, mi decisión”, escribió indignada.
  • El bebé llorón: a Maricarmen le reprochaban que su hijo llorara. Años después, los mismos vecinos tuvieron un bebé aún más ruidoso. Entonces sí, vinieron a disculparse.
  • El Covid que molestaba: MFH relató cómo, cuando su padre estaba enfermo con tos perruna por Covid, un vecino bajó a quejarse porque no podía dormir.

Pequeñas miserias cotidianas

  • Cumpleaños con denuncia: Superkeoni contó que, en pleno toque de queda, su hijo sopló las velas a medianoche. El vecino llamó a la Guardia Civil pensando que era una fiesta ilegal.
  • El aire acondicionado criminal: LolesRabbit explicó que su vecino se quejaba de que las gotas de su aparato de aire acondicionado caían en el techado ilegal de su patio.
  • El aparcamiento de ascensor: C⍺rmen relató que estuvo años entrando por el garaje porque no podía usar el portal por ser inquilina de un piso de alquiler. Años después, cuando tocaba pagar para instalar ascensor, de repente sí la querían contar con ella.
  • El ascensor que devalúa: Hola KeAse recordó la reunión en la que una vecina se opuso a instalar ascensor porque “eso devalúa los pisos”.
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