SIMA es el gran evento inmobiliario del año en España, sus grandes números lo avalan.
El Salón Inmobiliario SIMA 2024 cerró su 25 edición con la visita de más de 19.000 personas, un 19% más respecto a la pasada edición, y ha reunido a más de 300 expositores, partners y colaboradores de 17 países.
Por otro lado, Simapro ha contado con 34 sesiones y más de 130 ponentes que han abordado los temas que influyen en la producción de vivienda asequible: suelo, financiación, legislación, industrialización, fiscalidad y nuevas soluciones habitacionales, como coliving o senior living.
Más Proptech, más el rincón del Inversor, más el cóctel de ASPRIMA, más los premios ASPRIMA. En definitiva la gran fiesta anual del sector inmobiliario.
Pero, detrás de estos grandes números, hay historias que, como director general de ASPRIMA, he vivido en primera persona y que comparto con vosotros con la intención de ayudar a entender la grandeza de este evento.
Historia 1: la inauguración
Eloy Bohúa, director general de Planner Exhibition, empresa organizadora del SIMA, hombre discreto donde los haya, por lo que se enfadará al leer esto, me dice: “Jorge, creo que ha sido la inauguración más caótica que he tenido”.
Muy probablemente, porque tuvimos tres inauguraciones el mismo día.
La primera, la oficial, a la que acudieron, entre otros, José María García, viceconsejero de Vivienda de la CAM; David Lucas, secretario de Estado de Vivienda del MVAU, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Hubo discursos institucionales, donde hubo diferencia de posturas, siempre desde el respeto institucional, es decir, enfrentados en el fondo, pero respetuosos en las formas, cuestión que me parece fundamental en una democracia sana.
Pero, además, con posterioridad, se produjo una segunda inauguración de la mano de Jorge Rodrigo, consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la CAM.
Y, ya por la tarde, recibimos a Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda y Agenda Urbana.
Las visitas del consejero y de la ministra, fuera del horario oficial, podrían interpretarse como actos de contraprogramación por egos o protagonismos malentendidos. Pero, la verdad es que fue por todo lo contrario.
Sus ausencias eran tremendamente justificadas y ambos hicieron un esfuerzo enorme para poder asistir a SIMA, con una sencillez abrumadora, interesándose por escuchar y aprender del sector privado. Son claros ejemplos del apoyo institucional de las tres Administraciones, estatal, autonómica y local, a la feria. Y debemos estar agradecidos por ello.
Quiero contar la historia de la ministra de Vivienda, que no pudo estar por la mañana por ir al Congreso de los Diputados para defender la Ley de Seguridad Jurídica y por la tarde fue a SIMA mientras que negociaba con los grupos políticos las enmiendas a la totalidad, en especial con el Grupo Parlamentario Popular, ya que, en principio, a la mañana siguiente se votaba.
Maravillosa la conversación entre ella y la presidenta de ASPRIMA, Carolina Roca, sobre cómo se podría sacar adelante la norma. Escuchándose sector público y privado. Trabajando para mejorar el gran problema del acceso a vivienda, en especial, para los jóvenes.
La cosa, se torció, y no pudo ser, para gran decepción del sector. No podemos opinar porque solo Grupo Popular y Ministerio saben de qué hablaron en esas horas antes de que el Gobierno retirara la propuesta. Pero debemos alabar que el Ministerio redactara una norma necesaria, técnicamente mejorable aunque solvente, que la presentara, que intentara sacarla y, sobre todo, también es de alabar, que informara por el canal adecuado al sector privado que la retiraba.
Solo queda lo que demanda todo el sector privado: altura de miras al PP y PSOE para que trabajen juntos en sacar una norma más necesaria de lo que piensan.
Soy optimista. Al final lograremos (el sector inmobiliario) un gran pacto de Estado. Nosotros pelearemos todos los días por ello.
Historia 2: cena de gala
Llevamos dos años organizando una cena de gala, a la que se invita a las instituciones y a lo más granado del sector.
Tuve el honor de coincidir en dos conversaciones. La primera entre la directora general de Planificación de MVAU y el director general de Urbanismo de la CAM, sobre sus proyectos y perspectivas, intercambiando información; por otro lado, la directora de la Oficina del PGOU de Madrid y el director general de Vivienda del MVAU, también intercambiando información y, no solo eso, sino ayudándose mutuamente en sus cometidos.
Y es que no nos engañemos, en el sector público trabajan excelentes profesionales, con una gran capacidad técnica, conocedores del sector, que trabajan mucho y se ayudan entre ellos para mejorar el sector. Independientemente del color político.
Por eso soy optimista, por eso creo que sacaremos ese gran pacto de Estado.
Historia 3: SIMAPRO
Después de la noche movidita, y atender a una delegación de empresarios promotores argentinos que vinieron al SIMA (entre empresarios no existe la bronca que tienen los políticos), fui corriendo a moderar la mesa de SIMAPRO bajo el título Fondos de private equity en vivienda, en la que aprendí de tres verdaderos cracks del sector privado, que están todo el día trabajando para conseguir más capital de fondos institucionales para sus empresas.
Mi conclusión. Mira que han pasado cosas, dos guerras, subida abrupta de tipos de interés, una nefasta (por insegura jurídicamente) Ley de Vivienda, que penaliza al inversor. Un país polarizado, constantemente en campaña electoral. Pues a pesar de todo, Madrid, sigue en el TOP 3 de apetito inversor. Algo haremos bien; a poco que mejoremos la política, llegamos al TOP1. Sigo siendo optimista.
Historia 4: premios ASPRIMA/SIMA
Los premios ASPRIMA/SIMA, salvando las distancias, son como los Oscar del sector.
Once categorías, algunas tan relevantes como Innovación, Criterios ESG, Formación, Startup… y más de 110 candidaturas y un sabio jurado intachable por cada categoría.
La gala se celebró el jueves por la noche y tuve el honor y la responsabilidad de copresentar los premios. En mi intervención lance dos mensajes.
El sector trabaja muy duro, los 365 días del año, para día a día mejorar, y tenemos un día de fiesta, nadie nos lo iba a amargar.
Somos la industria financiera más importante del país, la más compleja, y eso hace que tengamos unos excelentes profesionales. Siempre debemos intentar mejorar, pero tampoco debemos ser tímidos en reconocer nuestros méritos. Después de ver el nivel de las candidaturas (cualquiera de los presentados hubiera ganado hace cinco años y eso dice mucho de cómo evoluciona el sector) y como mejoramos avanzado en innovación, ESG, descarbonización, eficiencia energética,… Sigo siendo optimista.
Historia 5: las personas
La última historia es la más emotiva, al menos para mí. Es una historia pequeñita. El miércoles estaba en el estand de ASPRIMA, llevaba dos días sin ver el correo, tenía como cinco o seis cosas urgentes que contestar, además de ver el guion de la gala de los premios (a esas alturas no estaba cerrado) y tenía cierto agobio. Saque el ordenador, no había nadie, era un extraño momento de paz, iba a empezar a leer cosas y de repente se acerca una chica muy joven: Eres Jorge Ginés, ¿verdad? Sí, respondí, casi mirando más a la pantalla que a la joven. Aunque me da mucha vergüenza molestarte, continuó la joven, solo quiero agradeceros a ASPRIMA que montarais el grado Inmobiliario. Estoy estudiándolo este año y me está cambiando la vida.
No pude seguir con el ordenador, cerré la pantalla y me fijé en sus ojos. Estaba haciendo un verdadero esfuerzo, por su timidez, en contarme cuánto de importante estaba siendo estudiar el Grado.
Estuvimos media hora hablando; me contó cómo había llegado al grado, cómo hacerlo le estaba cambiando la imagen del sector. Cómo en seis meses había renovado sus prioridades. Su TFG, sus profesores, el Camino de Santiago. Sus prácticas, dónde se ve dentro de cinco años...
Y es maravilloso no solo formar grandes profesionales y personas, sino lograr que amen el sector promotor como lo aman.
Cada día soy más optimista.
Jorge Ginés es director general de ASPRIMA desde octubre de 2023. Licenciado en Derecho y diplomado en fiscalidad, inició su carrera profesional como consultor de desarrollo de negocio y ha fundado la empresa Desaprendiendo. Es autor del libro “¡Aún dicen que el pescado es caro!; Confesiones de un consultor inmobiliario”.
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