
La renovación de edificios es una apuesta decidida en Europa. No solo en España, si bien el ritmo de rehabilitación es menor si lo comparamos al experimentado en otros países de nuestro entorno.
Si nos remontamos a la Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España, cuya última actualización es de 2020 (continuación de las de 2014 y 2017), vemos cómo una de las 100 medidas que forman parte de los 11 ejes a implementar es la profesionalización y modernización del sector de la rehabilitación con formación y capacitación.
Ya en la Estrategia española de rehabilitación de 2014, el sector abogaba por una formación cualificada que pudiera intervenir en la ola de renovación de edificios que se estaba gestando desde Europa. “También deberían adaptarse los Ciclos Formativos de Formación Profesional para formar la mano de obra y los artesanos especializados que la intervención en edificios existentes requiere”, se puede leer en el documento.
Desde entonces han pasado ocho años, y la formación, salvo escasas excepciones, sigue sin una propuesta clara de presente y futuro.
Mientras, surgen nuevos perfiles profesionales, como las figuras del gestor rehabilitador y agente rehabilitador, propuestas por el Real Decreto 835/2021, por el que se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El agente rehabilitador, cuyas funciones y obligatoriedad dependerán de cada una de las Comunidades Autónomas, puede jugar un papel importante dentro de la rehabilitación energética. Sin embargo, su escasa definición en las todavía escasas convocatorias de ayudas que se han activado deja abiertas amplias oportunidades sin una concreción clara.
Sin embargo, en el plano formativo, que es el que nos ocupa, los arquitectos técnicos han planteado y demandado el perfil profesional de “Experto de Rehabilitación de Edificios”. Su definición ha sido estudiada, por primera vez, en su Convención Internacional de la Arquitectura Técnica Contart 2022, organizada por el Consejo General de la Arquitectura Técnica (CGATE) en Toledo.
Este perfil, dicen los arquitectos técnicos, debe ser el de un profesional capaz de diagnosticar, proyectar y dirigir obras de rehabilitación y restauración sostenibles. Y es que, a su parecer, los conocimientos requeridos para desempeñar estas funciones en el proceso rehabilitador de edificios no son los mismos de la nueva construcción.
Según uno de los ponentes invitados a Contart, “hay conocimientos y habilidades comunes, pero se requiere una especialidad propia, que hoy, ni en España ni en Europa existe. Este hecho contribuye a dificultar que la actividad de rehabilitación tome el dinamismo que la Unión Europea pretende”.
Es por ello que uno de los desafíos del sector de la construcción es la formación. En concreto, mejorar la formación especializada y hacer más atractivo el sector, en particular para los obreros, las escuelas técnicas superiores y las universidades.
También los arquitectos técnicos sugirieron definir un nuevo perfil de experto en diagnosis de edificios, unificado en toda Europa. Esto es, conocer las necesidades, las cualificaciones profesionales y los programas de formación en el ámbito de la diagnosis y en los diferentes países de la UE.
Con frecuencia, en estos últimos meses, estamos escuchando que nos encontramos ante una oportunidad única para rehabilitar el parque edificado pero, como indicaron los expertos en la Convención, muy probablemente, el mayor reto al que deberán enfrentarse los profesionales de la arquitectura técnica y la edificación en los próximos 30 años sea combatir el cambio climático mediante todas las estrategias posibles que reduzcan los impactos medioambientales.
No en vano, mal que nos pese, ya está casi todo construido y lo que urge es mantener y adaptar los edificios a las nuevas necesidades y exigencias de habitabilidad, confort y salubridad.
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