Hace tres años Enrique Arillaga, un ingeniero de Éibar (Guipúzcoa), echó el cierre de la empresa familiar como consecuencia de la crisis inmobiliaria. Pero no se rindió y decidió intentar sacar adelante una idea que tenía en mente: la fabricación de muebles de madera maciza a precios bajos para venderlos por Internet y llegar al gran público. Con una inversión de 2.000 euros, muchas horas de trabajo y usando el pino insignis como materia prima, Muebles Lufe se ganó el apodo de ‘IKEA vasco’. En esta entrevista su fundador nos cuenta cómo ha llegado hasta aquí y cuáles son sus planes de futuro.