Somos un equipo de mujeres que trabaja para crear hábitats más regenerativos, justos e inclusivos. Esta es la carta de presentación que uno puede ver en la web de Pezestudio, estudio del que forma parte la arquitecta Mae Durant, junto con otras 5 profesionales y que cuenta con oficinas en Madrid, Bilbao y Lima.
Durant nos recibe en su casa familiar de los Montes de Toledo para hablar de arquitectura, de diseño y de feminismo.

¿Por qué estudió Arquitectura?
Decidí ser arquitecta creo que al principio por una intuición, porque cuando decidimos a lo que nos queremos dedicar somos muy jóvenes. Crecí en un entorno donde había muchas actividades creativas, artísticas y yo estaba un poco inclinada hacia eso. Tuve la intuición, porque no tenía familia que se dedicara a la arquitectura, que la arquitectura combinaba esta parte creativa, artística con un enfoque también más de reflexión que a mí también me interesaba. Al final, la creación, la ideación, el diseño y la reflexión son ingredientes que están muy presentes en mi práctica. Esa combinación genera mucha transformación de los espacios o estilos de vida que tenemos.
Y de su profesión, ¿qué es lo que más le gusta?
Hay muchas cosas que no me gustan pero como formación es muy completa. No tanto por los contenidos a los que puedes acceder en la escuela durante los años de carrera, sino por el tipo de pensamiento que te genera, de curiosidad, esa capacidad como transformadora, esa combinación entre lo que decíamos, el arte, el diseño, el pensamiento crítico hace que muchas personas de la profesión tengan una capacidad de idear en conjunto. Hay una esencia en la profesión, aunque muchas veces no tan practicada, de colaborar, de hacer en conjunto. No creo que la arquitectura tenga la solución para para transformar los espacios en los que vivimos, pero sí que creo que es un agente que puede aportar mucho.

Decía que hay muchas cosas que no le gustan, ¿cuáles?
Echaba en falta en la formación muchos tipos de conocimientos o aproximaciones que luego he ido buscando cuando he acabado la carrera. Me faltaba reflexión sobre la propia profesión. Más crítica, más espacios de pensamiento. Me interesó siempre mucho la ciudad, por ejemplo, y las asignaturas que tenían que ver con urbanismo me parecían muy enfocadas al planeamiento, que es una escala del urbanismo muy grande, poco abarcable. Y me faltaban herramientas para entender a las personas, las dinámicas que ocurren en la ciudad. La carrera me dio una capacidad constructiva, técnica, muy sólida, que es muy válida y luego a partir de que acabé la carrera empecé a nutrir esa capacidad técnica con muchos otros saberes fundamentales a la hora de ejercer la profesión y entender las ciudades, que es donde más trabajo.
Háblame de su estudio
Soy cofundadora de Pezestudio, un grupo de profesionales especializadas en procesos de diseño e innovación social orientados a regenerar los espacios urbanos, espacios de vida. Lo que hacemos es poner a las personas usuarias y a los agentes vivos en el centro de los procesos, siempre en contacto con la naturaleza para generar espacios más justos, más inclusivos y sostenibles. A partir del 2014 surgió Ciudades Bióticas, bióticas porque intentamos centrar estos procesos de diseño en la vida de las personas, intentando responder a una pregunta: ¿Cómo sería un espacio codiseñado por las personas que lo habitan y atendiendo a las necesidades de todos los agentes vivos? Ese espacio, sería un espacio que cuida a esas personas y que cuida el medio ambiente, ¿no? Entonces lo que hacemos es trabajar para que la respuesta sea afirmativa.

¿Puede darnos un ejemplo concreto?
Tuvimos la oportunidad de hacer una intervención que nos encargó el Ayuntamiento de Getafe para la Semana de la Sostenibilidad y llamamos al proyecto AgroPlaza. Fue planteado como algo temporal y ahora ya es un espacio de educación ambiental abierto al público y que sigue en activo. Era como una especie de plaza aula, exposición, donde tú podías ir a experimentar con algunos dispositivos, objetos que introdujimos dentro del mobiliario urbano. Dentro de los espacios introducíamos sistemas ecológicos que lo que hacían era gestionar de una forma distinta los recursos a los que todos deberíamos tener acceso, el agua, la energía, la alimentación, el cultivo, los residuos.

¿Algún proyecto al que le tenga especial cariño?
Crear Villaverde, en el que nosotras como arquitectas formamos parte de un servicio municipal. Estaba orientado a que la ciudadanía formara parte del diseño de todas las obras y construcciones del distrito de Villaverde. Durante casi tres años pudimos aplicar estas metodologías en equipamientos más centrales y básicos de un barrio como pueden ser un auditorio, una biblioteca, un espacio cultural, un parque. El propósito de este servicio era el que los espacios que se construyeran de esta forma tuvieran luego un impacto muy positivo en la vida de las personas y que pudieran mejorar tanto la salud comunitaria como la convivencia.
¿Qué aportan las mujeres a la arquitectura?
La mirada de las mujeres enriquece mucho la arquitectura. Tenemos una conciencia más integradora, más multidimensional. Nosotras hablamos siempre de dimensiones imprescindibles como la dimensión ecológica, la dimensión feminista, la dimensión de código abierto, de compartir el conocimiento, la dimensión colaborativa y también la mirada experimental. Creo que las mujeres, por un lado, tenemos una capacidad muy integradora, y también una capacidad de resiliencia, de sobreponerse a los diferentes obstáculos que realmente nos pone la profesión, de invisibilización, de poco reconocimiento, que también es algo a señalar.

Háblenos de esta casa.
Es la casa donde vive mi familia, en una zona muy próxima en Toledo. Es la zona de la Plazuela y a mí me gusta porque es una casa muy tradicional, con materiales de la zona, de cerámica, de madera. Esta es una zona muy protegida donde la naturaleza está muy presente. Yo vivo en Madrid, pero pasar unos días aquí me conecta con este paisaje, el de los montes de Toledo, en el que hay muchas zonas donde puedes caminar. Muchos proyectos que he desarrollado los he venido a a desarrollar a esta casa.
¿Cuál es su lugar favorito de la casa?
Los espacios exteriores me parecen muy agradables. Ya veis que no hay mucho ruido, se oyen los pájaros, me gusta poder recorrer los caminos cercanos a la casa, que están llenos de olivos. Son paisajes que me conectan con la infancia y que me dan mucha paz y tranquilidad.
Sigue toda la información inmobiliaria y los informes más novedosos en nuestra newsletter diaria y semanal. También puedes seguir el mercado inmobiliario de lujo con nuestro boletín mensual de lujo.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta