La incertidumbre, la inflación y la subida de los tipos de las hipotecas están haciendo mella en el mercado residencial británico y está llevando a muchos vendedores a bajar el precio de las viviendas para poder cerrar la operación. Según un informe de LonRes, las compraventas fallidas de viviendas 'prime', consideradas como tales aquellas de al menos cinco millones de libras (unos 5,8 millones de euros), han aumentado un 15% en lo que va de año, lo que ha provocado que en julio prácticamente se hayan duplicado las transacciones que se han llevado a cabo tras una rebaja de precios.