Mejor o peor repartidas a lo largo y ancho del globo terráqueo, somos ya más de 7.000 millones de personas las que vivimos en este lugar llamado planeta Tierra.
Las imágenes que registran las cámaras de los coches de Google son un instrumento útil para que investigadores y empresas se trasladen virtualmente a las calles y estudien lo que sucede en ellas. Ya se han usado para localizar y analizar edificios abandonados, para investigar por qué se producen accidentes, para estudiar cómo mejorar la movilidad urbana y hasta para detectar patrones de pobreza y riqueza.
El arquitecto Clive Wilkinson, que hace once años diseño la primera versión de Googleplex, el cuartel general de la omnipotente Google en Mountain View, ha imaginado cómo sería Londres si fuera una ciudad con dos alturas que en la parte superior tuviera el espacio de ‘coworking’ más grande del mundo.
Con sus altísimos rascacielos y sus luces de neón, Tokio, Shanghái o Dubái son tres ejemplos de ciudades futuristas que se han hecho realidad e impresionan a sus visitantes, que alzan la cabeza tratando de buscar con la mirada la azotea de unos edificios que se han subido a las nubes. Sin embar
Hoy en día, para una familia no resulta demasiado atractivo colocar en el tejado de su vivienda un panel solar y generar su propia energía. Sobre todo, después de que el Gobierno aprobara el Real Decreto sobre el autoconsumo en los hogares.
Un ‘think-tank’ estadounidense pretende construir en 2020 la primera ciudad flotante independiente. Su idea es que pueda navegar de un país a otro según la conveniencia de las políticas locales, pero conservando la suficiente autonomía como para separarse de las naciones de acogida si los navegantes no estuviesen de acuerdo con sus dirigentes. Cada módulo de esta urbe acuática costaría unos 13 millones de euros.
Taxis voladores, policías y bomberos con alas o autómatas que hicieran las tareas del hogar. Con inventos como estos se imaginaban el futuro los artistas que participaron en una exposición de París a comienzos del siglo XX.
Ciudades flotantes, barrios enteros en túneles bajo tierra y granjas en los tejados de los rascacielos.
Ridley en la mítica 'blade runner' diseñó coches voladores. El año 2019 está cada vez más cerca, y no parece que este director haya acertado con esa predicción. Eso sí, hay que reconocer que la ciudad de los Ángeles que creó se asemeja visualmente a Tokio, Hong Kong o Shanghái. En Reino Unido se ha iniciado un proyecto para evaluar cómo serán las ciudades dentro de 50 años. Muchos arquitectos proponen un modelo de ciudad más verde que el monótono ‘Skyline’ de las ciudades actuales
A los arquitectos, artistas, diseñadores y cineastas les encanta utilizar de vez en cuando la bola de cristal para imaginarse las ciudades del futuro. Ridley Scott en ‘Blade Runner’ imaginó que Los Ángeles en 2019 se asemejaría visualmente a Tokio y que los coches volarían. Ya no queda mucho para la fecha en la que Scott situó su obra maestra y los vehículos, de momento, siguen yendo sobre cuatro ruedas. Eso sí, todavía nos seguimos preguntando ¿Cómo serán las ciudades del futuro?
El americano medio sueña con un apartamento en Miami. Vivir frente al mar y disfrutar del sol todos los días del año. Pero en el espacio la cosa cambia bastante.
A finales de 1966, solo unas pocas semanas antes de su muerte, walt disney grabó un extraño vídeo muy alejado de su discurso habitual.
Artículo escrito por gorka ramos, colaborador de idealista news desde Santiago de Chile¿Un barco que lleve 17.000 casas encima? puede parecer una locura cualquiera, aunque para roger gooch es un plan muy serio.
Recibe nuestras últimas noticias en tu correo electrónico Suscribirse