La OCDE prevé que factores como el endurecimiento de la política monetaria, el aumento de las tasas de interés reales, la persistencia de los elevados precios de la energía, el débil crecimiento de los ingresos reales de los hogares y el descenso de la confianza debiliten, todos ellos, el crecimient
El crecimiento del PIB se ha estancando en muchos países y los indicadores económicos apuntan a una ralentización extensa, según las las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Dentro de esta freno generalizado de las economías mundiales, España sale de las mejor paradas y registrará un crecimiento del 1,5% en 2023, el mayor alza entre las grandes economías de la zona euro: Alemania (-0,7%), Francia (0,6%) e Italia (0,4%). El conjunto del mundo crecerá un 3% este año, pero un 2,2% el año que viene.
Los salarios reales en los países de la OCDE caerán con fuerza durante este año por culpa de la guerra en Ucrania y la fuerte espiral de la inflación a nivel mundial. La OCDE afirma que España estará entre los países que liderarán la caída de las remuneraciones, una vez descontada la inflación de las grandes economías, con una pérdida del 4,5%, solo superada por Grecia (-7%), según el último informe sobre Perspectivas de los mercados laborales en los países de la OCDE en 2022.
Comprar una casa requiere cada vez mayor esfuerzo para los hogares. La evolución de los precios de la vivienda y el incremento de los salarios no han ido a la par en los últimos 20 años. Los ingresos familiares que se necesitan para poder pagar la casa han crecido en más de dos años de salario bruto anual entre 2000 y 2020, según el análisis de la OCDE. En España, se necesitarían unos 11,1 años de sueldo íntegro para poder pagar la vivienda, frente a los 8,2 años de comienzos de siglo. Pero los hay muchos peores, como en Nueva Zelanda (18,7 años), Corea del Sur (16,6) o Irlanda (16,1).
El índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que sirve a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 'termómetro económico' para detectar cambios de tendencia, sugiere una pérdida de impulso del crecimiento de España, en línea con el deterioro observado en la mayoría
El aumento en los precios socavó los ingresos de los hogares en términos reales durante el primer trimestre de 2022. Ese ha sido el principal motivo de la disminución de la renta per cápita disponible media en los países de la OCDE (-1,1%). España (-4,1%) registró la tercer mayor caída frente al trimestre anterior, solo por detrás de Chile (-10,4%) y Austria (-5,5%). Las grandes economías también bajaron, como en Francia (-1,9%), EEUU (-1,8%) o Alemania (-1,7%), aunque Italia subió un 0,3%.
Un año más, España ocupa un puesto modesto en el Índice Internacional de Derechos de Propiedad en los países de la OCDE.
La tasa de inflación interanual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se situó el pasado mes de mayo en el 9,6%, cuatro décimas más que en abril y la mayor subida de los precios entre las economías avanzadas desde agosto de 1988, según ha informado la institución.El
La OCDE ha revisado a la baja sus previsiones macroeconómicas globales teniendo en cuenta el impacto que la guerra en Ucrania están teniendo para la economía mundial. En el caso de España, el organismo ha rebajado sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB), hasta situarlo en el 4,1%. Esto supone una revisión a la baja de 1,4 puntos porcentuales respecto a la estimación de crecimiento del 5,5% publicada en el mes de diciembre.
El 39,3% del salario de los trabajadores españoles se destinó al pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social en 2021, frente al 34,6% de la media de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), según el informe 'Taxing Wages'. En concreto, el IRPF pesó un 11,3% sobre el salario en España, frente al 13% de la media de la OCDE. Por su parte, las cotizaciones sociales pagadas por las empresas supusieron el 23% y las abonadas por los trabajadores, un 4,9%, cuando el promedio de los miembros del 'think tank' de los países desarrollados se situó en el 13,5% y el 8,2%, respectivamente.
Los precios de la vivienda suben más rápido que los salarios en la mayoría de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Aunque España se encuentra lejos del riesgo de burbuja inmobiliaria, la relación entre el valor de las casas y los salarios en el tercer trimestre de 2021 se encuentra cerca del 20% frente a 2015. Países Bajos, Nueva Zelanda, Portugal o Luxemburgo registran valores por encima del 40% frente a hace siete años.
La guerra en Ucrania tendrá un impacto significativo, a pesar del relativo pequeño tamaño de las economías de los países en conflicto, y podría llegar a restar más de un punto porcentual al crecimiento global, mientras que sumará 2,5 puntos a la inflación, situándola en torno al 6,7%, según ha adver
España es uno de los pocos países de la eurozona en los que el salario medio real de los trabajadores es inferior respecto a principios de siglo. Según un informe de UGT, basado en datos de la OCDE, el sueldo medio doméstico se situó en 26.537 euros en 2020, lo que arroja una caída del 1,1% respecto al año 2000, mientras que en la zona de la moneda común ha crecido de media un 12,5% en ese tiempo, hasta superar los 36.000 euros. Luxemburgo registra el salario más alto, con casi 66.000 euros anuales.
El impuesto que grava el patrimonio de las personas físicas y se aplica sobre el valor de sus bienes es un 'rara avis' en la OCDE. Francia ha sido el último país que ha eliminado esta figura y Colombia lo hará este año, cuando expira el tributo que ha creado de forma temporal. España es, junto con Noruega y Suiza, el único país que lo aplica, pese a tener poco efecto recaudatorio. El Gobierno prepara una armonización que garantice su pago, mientras el mundo económico pide su desaparición.
Las cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF, cuya suma se conoce como cuña fiscal, representan el 39,3% del sueldo bruto de los trabajadores en España, casi cinco puntos más que en la media de la OCDE y por delante de países como Reino Unido, Dinamarca, Noruega, Irlanda, EEUU, Japón o Canadá. El principal motivo de estas diferencias está en las elevadas cotizaciones que pagan las empresas españolas por sus empleados, lo que les resta competitividad, impacta de forma negativa en la generación de empleo y explica la elevada tasa de paro, según el Instituto de Estudios Económicos.
Tras la gran recesión de 2020, la velocidad a la que se recupera la economía mundial está siendo sorprendente. Los 38 países miembros de la OCDE, en su mayoría ricos, superaron hace unos meses sus niveles de producción previos a la crisis.
España fue el país desarrollado donde la presión fiscal registró un mayor incremento durante 2020 como consecuencia del desplome del PIB por la pandemia sanitaria. Según los datos de la OCDE, la relación entre el peso de los impuestos y contribuciones a la Seguridad Social con el tamaño de la economía aumentó en el caso de España en 1,9 puntos porcentuales, hasta situarse en el récord histórico del 36,6%. México firmó la segunda subida más destacada, mientras que Irlanda, Chile y Noruega lideraron los descensos.
La tasa de desempleo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se situó el pasado mes de septiembre en el 5,8%, dos décimas por debajo de la lectura del mes anterior, con España (14,6%) como el país con peores datos de paro.Así, la tasa de desempleo mensual en la zona d
La organización ha revisado al alza las previsiones de crecimiento de España para los dos próximos años. Estima que será la cuarta economía con mayor crecimiento en 2021, solo superada por Turquía, China, India y Argentina, y la segunda más destacada en 2022, tras India, después de haber liderado los descensos en el año de la pandemia. Los nuevos cálculos de la OCDE para este ejercicio son más optimistas que los que manejan el Gobierno y el consenso de expertos.
Hace casi un año y medio el covid-19 se extendía rápidamente por el mundo desarrollado y los países comenzaban a confinarse. Millones de personas se quedaron sin poder trabajar ya quese cerraron desde las fábricas y las obras de construcción, hasta tiendas y restaurantes.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) descarta que la incipiente recuperación económica de España y la prevista para 2022 sea suficiente como para que se recuperen los niveles de empleo y renta per cápita anteriores a la pandemia en menos de año y medio.
La organización de los países ricos calcula que la economía española no recuperará los niveles registrados a cierre de 2019, en términos de riqueza per cápita, antes de que estalla la crisis sanitaria, al menos hasta 2023. Es el segundo país desarrollado con la peor estimación, solo superado por Islandia. Sus previsiones apuntan a que EEUU ya está volviendo a la situación precovid, mientras que Alemania lo hará este año y Francia, Italia o Portugal, en 2022.
La evolución de los precios de la vivienda en los distintos países ha sufrido los vaivenes de la economía, aunque no en todos los casos.
Un estudio elaborado por Audley Villages, empresa británica especializada en la construcción y gestión de viviendas para jubilados, afirma que España es el mejor país de la OCDE que mejores condiciones de vida presenta para la jubilación. Sobre todo, por contar con unos de los periodos de jubilación medio más largo (22 años). Madrid, mientras tanto, es la mejor valorada en la comparativa de capitales, por delante de Viena, Atenas o Roma.
Según un reciente estudio de la patronal CEIM junto al IEE, España es el único país del mundo que grava a la vez el Patrimonio, Sucesiones y las rentas de ahorro, y con los tipos más elevados. El estudio, basado en datos de la OCDE, argumenta que el Impuesto sobre el Patrimonio es “especialmente contraproducente” por los importantes costes que incorpora al ahorro, la inversión y la actividad.
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