
Los socios de Gobierno han alcanzado 'in extremis' un acuerdo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2023, con el objetivo de que el Consejo de Ministros apruebe este martes, 4 de octubre, el proyecto de ley de las cuentas públicas del próximo año, que pueden ser las últimas de la coalición.
Esta madrugada han concluido las negociaciones de los Presupuestos, que tienen como objetivo consolidar el crecimiento económico y la creación de empleo, pero teniendo en cuenta el complejo panorama económico actual, marcado por la guerra en Ucrania y la escalada de precios.
Está previsto que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ratifiquen el acuerdo antes de su aprobación en Consejo de Ministros. El próximo paso es que la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, lleve las cuentas públicas al Congreso de los Diputados, lo que previsiblemente se producirá a lo largo de la próxima semana, con el propósito de que antes del 31 de diciembre la Ley de Presupuestos esté aprobada y, por tanto, el 1 de enero entre en vigor.
Pese al pacto en materia fiscal tras meses de negociaciones, PSOE y Unidas Podemos todavía arrastraban flecos pendientes. como por ejemplo el gasto en defensa. Desde la formación morada argumentaban que el aumento del presupuesto público "no puede ir" dirigido al gasto en Defensa, sino que "debe destinarse a la inversión social y a reducir las desigualdades".
Asimismo, la formación 'morada' ha insistido en que el Gobierno debe cumplir con dos compromisos que mantienen con la ciudadanía "desde hace mucho tiempo", que son la derogación de la 'ley mordaza' y la aprobación de la Ley de vivienda, en tramitación parlamentaria desde hace meses. Desde Unidas Podemos han lamentado en los últimos días que sea la tercera vez que esta regulación tenga que abordarse para sacar adelante los Presupuestos y han insistido en la necesidad de hacer efectiva la regulación de los precios de los alquileres. Y, sin embargo, todo apunta a que PSOE y Unidas Podemos seguirán negociando para desatascar la ley tras la aprobación de las cuentas.
La ley de familias y sus principales medidas son otro de los aspectos que el Gobierno tenía pendiente, dado que Unidas Podemos demanda respaldo presupuestario a dos puntos concretos, como son extender a seis meses los permisos de maternidad y paternidad, así como una renta crianza universal de 100 euros.
Aprobar la Ley de Vivienda es "imprescindible"
El coportavoz estatal de la formación morada, Pablo Fernández, ha puesto el foco en materia de vivienda y demanda al PSOE que acceda a aprobar con mejoras la ley de vivienda, que lleva ocho meses atascadas en el Congreso. Concretamente, el dirigente de Podemos ha explicado que van a presionar "hasta el último momento" para garantizar una regulación del alquiler para todos los propietarios, la prohibición de desahucios sin alternativa habitacional para las familias vulnerables e aumentar el parque de vivienda pública con los pisos de la Sareb.
Fernández ha dicho que este aspecto depende del PSOE y de su voluntad política y ha enfatizado que "un gobierno progresista no puede permitir que la vivienda sea un bien de mercado inaccesible", con el que especulan "unos pocos". Ha subrayado que "entender de una vez por todas" que para asegurar un acceso adecuado a la vivienda es "esencial e imprescindible" aprobar una ley de vivienda.
"Es un clamor incontrovertible que ante el precio de los alquileres y la subida de hipotecas se necesita medidas en el plano legislativo", agrega para avisar al PSOE de que se "equivoca gravemente" y es "altamente preocupante" que en este campo "compre la agenda de la derecha y la ultraderecha con su enmienda antiokupa.
La cuestión de la vivienda lleva tiempo generando tensiones entre los socios, pues los morados quieren introducir enmiendas para mejorar el texto y que pueda ser aprobado por los socios de investidura, mientras que el PSOE ha criticado que pretendan modificar el consenso que se alcanzó en el Consejo de Ministros.
Subida salarial de los funcionarios
En las cuentas públicas, el Ejecutivo debe incluir también la subida de los sueldos de funcionarios. Hacienda ha ofrecido a los sindicatos una mejora del 9,5% entre 2022 y 2024 y espera cerrar un acuerdo en las próximas horas.
Los funcionarios ya han recibido este 2022 un aumento salarial del 2%, al que se sumará ese 1,5% retroactivo propuesto por Hacienda, lo que suma un 3,5% para este ejercicio.
Para 2023, el Ejecutivo fija un incremento del 2,5%, al que se suman dos variables del 0,5%. Los sueldos de los empleados públicos se subirían un 0,5% adicional si el IPC acumulado de 2022 y 2023 supera el 6%, y se añadiría otro 0,5% si el PIB de 2023 supera el 5,9%.
La oferta se completa con un alza del 2% en 2024, de nuevo con un cláusula para incrementar el sueldo un 0,5% en caso de que el IPC acumulado de 2022, 2023 y 2024 supere el 8%.
Las cuentas del próximo año tendrán que hacer frente también a la actualización de las pensiones de acuerdo con el IPC interanual del mes de noviembre, que podría situarse entre el 7% y el 8%, según los expertos, lo que supondrá un esfuerzo presupuestario muy importante.
Paquete de medidas fiscales ligado a los PGE 2023
El pasado mes de julio, el Consejo de Ministros aprobó el límite de gasto no financiero para 2023, conocido como 'techo de gasto', que asciende a 198.221 millones de euros, un nuevo récord, superior en un 1,1% al de 2022, incluyendo 25.156 millones de fondos europeos y una transferencia a la Seguridad Social de 19.888 millones, un 8,1% más que el año pasado.
El déficit público se reduciría hasta el 3,9% del PIB, según las últimas previsiones del Gobierno, aunque recientemente Hacienda ha presentado un nuevo paquete fiscal para hacer frente a la situación actual, con el que pretende recaudar 3.144 millones de euros adicionales.
Entre las medidas fiscales más relevantes que acompañarán a los Presupuestos destaca la rebaja del Impuesto sobre la Rentas de las Personas Físicas (IRPF) para las rentas del trabajo por debajo de 21.000 euros. También se elevará un punto, hasta el 27%, la tributación de las rentas del capital en el IRPF superiores a 200.000 euros, y para las plusvalías superiores a 300.000 euros, se elevará hasta el 28%, dos puntos más.
Asimismo, las rentas del trabajo a partir de 15.000 euros (1.000 euros más que ahora) estarán exentas del pago del IRPF, mientras que en el IVA, se bajará el tipo del 10% al 4% para los productos de higiene femenina, de los preservativos y los anticonceptivos no medicinales.
También en este impuesto, se elevará un 5% el rendimiento neto de módulos para los autónomos y se incrementa del 5% al 7% la reducción para gastos deducibles de difícil justificación en la tributación en régimen de estimación directa simplificada.
El paquete fiscal también incluye cambios en el Impuesto sobre Sociedades. En concreto, se rebaja el tipo nominal del 25% al 23% para las pequeñas empresas con una cifra de negocios inferior a 1 millón de euros. Igualmente, en este tributo se limitará al 50% la posibilidad de compensar las pérdidas de las filiales en los grupos consolidados, que afectará a 3.609 grandes empresas y tendrá un carácter temporal.
Suspensión de las reglas fiscales
Todo esto teniendo en cuenta que, al igual que en 2020, 2021 y 2022, la Comisión Europea ha propuesto que las reglas que limitan el déficit y la deuda públicos de los Estados miembros sigan suspendidas en 2023. La suspensión de las reglas fiscales, que tiene que ser aprobada por el Gobierno con el visto bueno de la Comisión Europea, está amparada por los artículos 135.4 de la Constitución y en el 11.3 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Tal y como ha sucedido en los ejercicios anteriores, el Congreso de los Diputados certificó que aprecia la existencia de una situación de excepcionalidad que justifica la necesidad de suspender estas reglas de déficit y de deuda y legitime así la decisión del Gobierno, como exige la Constitución y la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
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