
El Consejo de Ministros ha aprobado este 11 de febrero la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 4,4% para 2025, hasta los 1.184 euros mensuales por 14 pagas, 50 euros más que la cuantía fijada para 2024.
De esta manera, el nuevo SMI quedará fijado en 16.576 euros brutos al año y en 39,47 euros brutos al día, con carácter general. Por primera vez el SMI pagará IRPF. La negativa de María Jesús Montero, ministras de Hacienda, a seguir elevando el mínimo exento para acompasarlo al alza del salario mínimo reportará al Fisco 300 de los 700 euros de subida anual.
Desde el Ministerio de Trabajo han destacado que se arbitrarán campañas específicas para que los convenios colectivos no incluyan escalas salariales que no sean acordes al SMI, estableciendo medidas para garantizar que los trabajadores dispongan de procedimientos ágiles y efectivos para garantizar el derecho a una remuneración equitativa y suficiente.
El incremento del SMI, que se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero y que beneficiará a algo más de dos millones de trabajadores, es fruto del acuerdo alcanzado el pasado 29 de enero entre el Ministerio de Trabajo y CCOO y UGT, y al que no se sumaron los empresarios, que plantearon inicialmente una subida del SMI del 3%, llegando a ofrecer a posteriori el 3,4%, pero sin éxito.
Este es el quinto año consecutivo en el que Trabajo pacta en solitario con los sindicatos la subida del SMI. En concreto, el Ministerio acordó sólo con CCOO y UGT subir el SMI para 2024 un 5%, desde los 1.080 euros mensuales por 14 pagas hasta los 1.134 euros. Desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno, el salario mínimo se ha incrementado un 61%, desde los 735 euros mensuales a los 1.184 euros en los que ha quedado establecido para este año.
Tampoco apoyaron los empresarios la subida del SMI del 8% para 2023, ni los incrementos de 2022 y 2021, que fueron acordados por el Gobierno de Pedro Sánchez con CCOO y UGT. En cambio, CEOE y Cepyme sí respaldaron el aumento de 2020, cuando el SMI pasó de 900 a 950 euros mensuales.
Tanto Trabajo como los sindicatos entendieron que la propuesta patronal para la subida de 2025 no cumplía el compromiso de situar esta renta mínima en el 60% del salario medio, como establece la Carta Social Europea.
El repunte del 4,4% que experimentará el SMI en 2025 coincide con una de las dos opciones, la más alta, apuntada por el comité de expertos que asesora al Gobierno sobre el SMI.
Este porcentaje es inferior al 5,8% que pedían los sindicatos, hasta los 1.200 euros mensuales, pero CCOO y UGT aceptaron el 4,4% por la incertidumbre que causó la caída del primer decreto 'ómnibus', que recogía la prórroga del SMI de 2024, y también por el compromiso del Gobierno de abrir en dos meses una nueva mesa de diálogo social en la que abordar la adaptación completa de la directiva europea de Salarios Mínimos a la legislación española.
En esta nueva mesa se abordarán la modernización y actualización de la normativa actual del Real Decreto del SMI, la compensación y absorción de determinados complementos en relación con el salario mínimo interprofesional y el establecimiento, por ley, de que el SMI debe ser como mínimo equivalente al 60% del salario medio.
También se estudiará que la nueva normativa legal incluya una disposición que establezca la obligación de actualizar automáticamente los salarios de los convenios colectivos que puedan verse afectados por el SMI y garantizar su retroactividad.
Además, se adecuarán las cuantías diarias por hora del SMI a la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales en cómputo anual.
El SMI tributará por primera vez
El otro cambio que ha entrado en vigor es que finalmente el SMI tributará por primera vez, a pesar de las discrepancias entre los Ministerios de Trabajo y Hacienda al respecto.
Pese al deseo de Díaz de que el SMI quedará exento de tributación en el IRPF, el Ministerio de Hacienda ha confirmado que los trabajadores que cobren esta renta mínima tendrán que tributar en este impuesto tras la subida de 50 euros aprobada en el Consejo de Ministros.
No obstante, desde el Ministerio de Hacienda defienden que, con este incremento, "la mayor parte de trabajadores que ganan el SMI seguirán sin sufrir retenciones por el IRPF". Al mismo tiempo, el Ejecutivo asegura que la minoría que pueda sufrir una retención pagará muchos menos impuestos que los que pagaría con el IRPF vigente con el Partido Popular.
De este modo, el Ministerio de Hacienda ha decidido imponer su criterio frente al defendido por Trabajo y obligará a los trabajadores que cobren el SMI a tributar en el IRPF, negándose a adaptar la subida como ha sucedido en años anteriores con este Gobierno.
Más de dos millones de beneficiarios
Según estimaciones de CCOO, la subida del SMI afectará a 1,8 millones de trabajadores a tiempo completo, el equivalente al 11,8% del total de empleados a tiempo completo.
Extrapolando este porcentaje a los trabajadores a tiempo parcial, otras 263.000 personas con contratos a tiempo parcial se beneficiarán de la subida del SMI, con lo que el número total de potenciales beneficiarios supera los 2,1 millones de asalariados.
De acuerdo con un estudio de este sindicato, el SMI tiene un impacto mayor (una mayor incidencia relativa) entre la población que soporta peores condiciones laborales y salarios medios más bajos: mujer, población joven, con contrato temporal, en ocupaciones elementales y que trabaja en agricultura, hostelería o comercio.
Entre la población asalariada a jornada completa los principales beneficiarios de la subida del SMI son las mujeres (el 15,6% se ve beneficiada) y la población joven (17,2% de 16 a 34 años). Por sectores, la incidencia relativa es superior a la media entre los asalariados temporales (17,4%) y en agricultura (38,7%), otros servicios (29,0%) y comercio y hostelería (19,3%).
Por ocupaciones laborales, la incidencia es superior en ocupaciones elementales (28%) y trabajadores de servicios de restauración, personales, protección y vendedores de comercio (21,7%).
Díaz carga contra los sueldos de los directivos
La vicepresidenta segunda ha subrayado que la historia del salario mínimo "es una historia de éxito" y ha defendido que el SMI "no solamente no es una amenaza para España, sino lo mejor para que el país camine en la buena dirección".
"Lo que es una amenaza para nuestro país y nos hace caminar en una dirección opuesta a lo que viene siendo la doctrina económica imperante es la distancia de 25 veces el salario mínimo y la percepción de un directivo que forme parte de un consejo de administración en las grandes corporaciones de nuestro país", ha denunciado.
"Es decir, el problema no es el salario mínimo, el problema es que tenemos distribuciones y rentas demasiado elevadas en los consejos de administración, de los que nunca hablamos, sobre los que nunca se pone el foco y cuya capacidad, sin lugar a dudas, de incidencia social, de reparto y de reequilibrio en España es clave. Esto creo que es lo que hace que España sea más desigual y no, desde luego, la afectación que tiene del salario mínimo interprofesional", ha insistido.
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