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Informe oliver wyman: análisis sobre la radiografía que ha hecho a la banca española

Artículo escrito por josé Luis Ruiz bartolomé, consultor empresarial y analista inmobiliario

La semana pasada comenté la responsabilidad de cada individuo cuando firma un contrato de hipoteca. Uno puede comprar casa o no (no es obligatorio, se puede vivir de alquiler) y, una vez decide comprar, también puede elegir sobre la cantidad tomada a préstamo, el plazo, y el tipo de interés, amén de otras cuestiones. Nadie compró bajo presión. Lo de “es que el del banco me dijo que no me preocupara…” es una excusa de mal pagador. El del banco, seamos serios, es un vendedor, no un consejero financiero. Si quieren un consejero financiero no toquen la puerta del que fabrica los productos financieros y los vende

Dicho esto, también sugerí en el artículo que, además de la responsabilidad de cada individuo, se permitieron e incluso fomentaron incentivos perversos en el otro lado de la mesa. Es pública Una carta demoledora que enviaron los inspectores del banco de España al entonces ministro de economía, Pedro solbes , El 26 de mayo de 2006. Que duda cabe que, para que los inspectores se salten al gobernador y acudan directamente al ministro, es porque llevan viendo problemas y desequilibrios desde mucho tiempo antes y que, lógicamente, el gobernador ha hecho caso omiso a sus advertencias

Se dice habitualmente que el origen de la burbuja hay que situarlo en los bajísimos tipos de interés (precio del dinero) que los bancos centrales establecieron, especialmente a partir de 2001. Y es cierto. Sin embargo, este hecho no tuvo los mismos efectos en todos los países. ¿Qué fue diferente en España? en primer lugar, la inflación: fruto de un artificial tipo de cambio elegido peseta/euro, la entrada de España en el euro supuso una inflación tan elevada que, con un precio del dinero tan bajo, estuvimos varios años con tipos negativos. Como consecuencia, la banca vio en la expansión hipotecaria una forma de generar “muchos pocos” que mejoraran su cuenta de resultados. Hasta aquí, previsible y no necesariamente con un desenlace fatal

Sin embargo, se produjeron otras dos circunstancias que sólo tienen como explicación una nefasta gestión made in spain. Por un lado, las cajas de ahorro. Politizadas (y sindicalizadas) hasta las trancas y borrachas de euforia por la renovada confianza del mundo en España tras lograr entrar en el euro, se lanzaron con frenesí a prestar sin el análisis de riesgos propio de una empresa privada

Dice la carta mencionada:

“Incluso las entidades con mejores sistemas de evaluación y gestión del riesgo se han visto ‘obligadas’ a entrar en esta carrera por la captación de negocio –muy a su pesar y con el único objetivo de evitar ser expulsadas del mercado-”

Por otro lado, el cambio de modelo hipotecario, que ya describí en el artículo anterior. Porque ese y no otro, amigos, es el milagro de los peces y los panes. ¿Quiere, con la misma cuota y el mismo sueldo, tomar prestados 300.000 euros en lugar de 150.000 euros? muy fácil: alargue el plazo de su hipoteca y póngala a un tipo variable. En efecto, en un escenario de abundancia de crédito, los precios de la vivienda se fijan en función del salario del comprador (que determina la cantidad de la cuota) y el modelo de financiación (que permitirá que, con la misma parte del salario destinada a pagar la cuota, la cantidad prestada sea mayor o menor). Este modelo hipotecario temerario, ¿a quién se le ocurre variabilizar la cuota hipotecaria cuando los ingresos de las familias tienden a ser lineales? esto sólo ha ocurrido en España. Ni en Francia ni en Alemania. Ni siquiera en estados unidos o canadá, donde los plazos están más en los 25 o, como mucho, en los 30 años, y donde las hipotecas variables puras tampoco se suele existir, sino más bien una de tipo mixto (fijos revisables cada pocos años)

¿Y por qué sucedió esto? los inspectores dan con la clave en su carta:

“Detrás del crecimiento desordenado del crédito –especialmente en la parte dedicada al a la financiación inmobiliaria- se encuentra, en último término, la falta de determinación demostrada por el gobernador para exigir a las entidades sometidas a la supervisión del banco de España el rigor en la asunción de riesgos exigible a gestores de recursos ajenos”

Los incentivos perversos que se fijaron desde el banco de España fueron amplificados por el conocimiento por parte de los bancos del principio de responsabilidad patrimonial universal y actuó como acicate en el sentido contrario de su intención original. Mientras los políticos de todos los partidos se tapaban los ojos por su propio interés, propiciando un clima de euforia que impulsó a muchos a entrar a formar parte de exclusivo club de los propietarios de vivienda –pero, repito, la decisión última fue de cada individuo-

A los dos meses de la famosa carta, el gobernador caruana fue sustituido por Miguel ángel Fernández Ordóñez, que en 2003 había escrito un artículo en el país criticando la política económica de Rodrigo rato de fomentar un alza del precio de la vivienda. Pues bien, no sólo no hizo nada cuando él llegó sino que cuando estalló la burbuja siguió negando todo hasta que fue relevado hace unos meses

Pero, ¿quién se benefició de todo esto? ¿la banca? no tanto como se puedan imaginar. Un diferencial sobre el Euribor (que es el precio al que a ellos les cuesta el dinero) de menos de un punto porcentual no es una ganga, y sólo en la medida en que hagas muchas hipotecas la suma final es importante. ¿Y entonces? ¿qui prodest? la administración. Tanto ilegal (comisiones bajo manga, mordidas, regalos, etc) como legalmente. Para que se hagan una idea, del precio final de una vivienda, aproximadamente la mitad se la ha ido llevando el estado en sus diversas formas vía impuestos, tasas y convenios. Gracias a esto, los ingresos públicos aumentaron un 70% entre 2001 y 2007. Una diferencia de 175.000 millones de euros. Es decir, que ustedes, yo, el sector privado en general, se endeudó hasta las cejas para nutrir las arcas del estado

¿Y en qué lo usó el estado? en sobredimensionarse. Crear una estructura a todos los niveles que ahora, dolorosamente, hay que desmontar. Una estructura de la que, por cierto, muchos se han beneficiado, bien consiguiendo un puesto de trabajo en el estado, bien haciendo uso de los servicios ofertados. Seguramente los que más se quejan de los recortes. Y yo me pregunto: ¿están los que se quejan dispuestos a soportar otra burbuja de deuda –dinero del futuro que se convierte en carga y miseria para nuestros hijos- para seguir animando la fiesta? porque yo, visto lo visto, no

Y para terminar, les dejo cómo acaba la carta de los inspectores:

“El número de familias que tendrá que afrontar serias dificultades para hacer frente a sus compromisos financieros crecerá de manera alarmante”

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58 Comentarios:

Anonymous
15 Noviembre 2012, 12:12

Cuando a alguien le venden algo con un vicio oculto le están timando y tampoco le ponen una pistola en la cabeza (lo compra voluntariamente), de modo que no me vale la tan manida frase de "a nadie se le obligó a contratar hipotecas, por lo que cada uno debe asumir su cuota de responsabilidad".

A ninguna víctima de estafa se le obliga a caer en ella, siempre entra voluntariamente en el juego que le proponen y cae en éste por pura y simple avarícia (esto lo saben perfectamente los timadores: a alguien sin un ápice de avarícia es imposible timar), pero ello no obsta a que sea una estafa. Pues con las hipotecas igual, había múltiples intereses políticos, financieros, etc.... para minimizar-esconder la burbuja y cuando ya fue tarde para pincharla.

En consecuencia Sr. bartolomé, los individuos que se hipotecaron sí son víctimas de una estafa político-financiera y, aunque pueda haber gente desconfiada o experta o precavida que no cayera en ella (ole por ellos), ahora deberíamos cambiar las normas hipotecarias que equiparen los derechos entre bancos y deudores hipotecarios tanto de vivienda habitual como el resto de inmuebles (la fiesta que se nos dibujó en la estafa abarcaba todo el espectro de inmuebles).

Y por cierto, que a nadie le quepa duda de que el ser humano es y seguirá siendo, entre otras muchas cosas, ávaro por naturaleza.

Anonymous
16 Noviembre 2012, 15:42

Lleva razón el Sr. Ruiz, nosotros no somos los responsables de la burbuja porque son los bancos, con los promotores y los políticos a los que hay que cargarles el muerto por su mal hacer, han facilitado y propiciado la especulación.
Y debo agregar que debemos responsabilizarnos por nuestros compromisos siempre que se den las condiciones que propicien el cumplimiento de los contratos, según el principio de lealtad y buena fé, mas si sobrevienen circunstancias que tornan desproporcionadas las prestaciones entre las partes, tal que a una de ellas -que casualmente es la más débil en el contrato- se le hace imposible continuar pagando, sr. ruiz revise sus opiniones y abra los ojos para mirar la realidad con ecuanimidad, porque no todo tiene que ser facilidades para la banca para la cual Ud. Trabaja.

Anonymous
16 Noviembre 2012, 17:06

Vale pero no nos quites la responsabilidad de la burbuja. NO tendríamos responsabilidades ni capacidad de decisión pero cada uno de los que compramos piso "porque era una buena inversión", cada uno de los que pagamos precios inflados porque "esto va a seguir subiendo" y también esos taxistas que nadie menciona que compraban sobre plano para vender antes de tener que escriturar (yo conozco dos), todos, creamos la burbuja.

Anonymous
16 Noviembre 2012, 18:59

Un resumen eximio de la teoria liberal

Anonymous
17 Noviembre 2012, 2:16

Me identifico sustancialmente con su análisis aunque me parece que en las conclusiones podrían introducirse otros puntos de vista complementarios respecto a los beneficiarios.
La pregunta final era ¿Quienes se beneficiaron en mayor medida?
Si hablamos de un bien que llegó a crecer en valor real hasta un 250% en su punto más alto, quien vendió pisos durante todos los años de la burbuja antes de su explosión, años en que se vendieron no muchos, muchísimos pisos y además carísimos, algún beneficio significativo obtendría ¿No?
Sobre ello hay que tener en cuenta además que los vendedores cobraron en efectivo gracias a las hipotecas que facilitaron los bancos. Todo el volumen de la burbuja fue cobrado por los vendedores, y en cierta parte en negro además, como todo el mundo sabe. Que una buena parte fuera a la administración vía impuestos y tasas, de acuerdo, pero la parte del León, la parte del León cayó en bolsillos privados. Los del sector promotor inmobiliario. Es curioso que pocas veces se aprecie este aspecto. Lo normal es presentar al sector como una víctima más. Sí, fueron víctimas los últimos que entraron en el negocio. El resto dispuso de los recursos disponibles del sector comprador para sus proximos 30 o 40 años en el simple acto de firma de hipoteca.
Y lo de la administración también es verdad pero habría que cuantificarlo. ¿Alguien ha cuantificado además los beneficios inmobiliarios de la burbuja?

Anonymous
17 Noviembre 2012, 12:21

Me identifico sustancialmente con su análisis aunque me parece que en las conclusiones podrían introducirse otros puntos de vista complementarios respecto a los beneficiarios.
La pregunta final era ¿Quienes se beneficiaron en mayor medida?
Si hablamos de un bien que llegó a crecer en valor real hasta un 250% en su punto más alto, quien vendió pisos durante todos los años de la burbuja antes de su explosión, años en que se vendieron muchos, no muchísimos pisos y además carísimos, algún beneficio significativo obtendría ¿No? Sobre ello hay que tener en cuenta además que los vendedores cobraron en efectivo gracias a las hipotecas que facilitaron los bancos. Todo el volumen de la burbuja fue cobrado por los vendedores, y en cierta parte en negro además, como todo el mundo sabe.
Que una buena parte fuera a la administración vía impuestos y tasas, de acuerdo, pero la parte del León, la parte del León cayó en bolsillos privados; los del sector promotor inmobiliario. Es curioso que pocas veces se aprecie este aspecto. Lo normal es presentar al sector como una víctima más. Sí, fueron víctimas los últimos que entraron en el negocio. El resto dispuso de los recursos disponibles del sector comprador para sus próximos 30 o 40 años en el simple acto de firma de hipoteca. Y lo de la administración también es verdad pero habría que cuantificarlo. ¿Alguien ha cuantificado los beneficios inmobiliarios de la burbuja?

Anonymous
17 Noviembre 2012, 17:55

In reply to by R garcía (not verified)

Y me quiere Ud. Decir

¿Qué delito hay en cobrar "en efectivo" ? ¿Qué delito hay en vender un 250% más caro -si hay demanda que te lo compra-? ¿Qué delito hay en obtener beneficios desproporcionados?

¿Qué porcentaje de responsabilidad hay en cobrar una parte "en negro", lo cual implica necesariamente que hay compradores que te pagan "en negro", y existiendo todo un sistema de notarios, registradores, inspectores,... que mira hacia otro lado cuando se paga "en negro"?

¿Qué delito hay en el hecho de haber atesorado durante más de un decenio una tremenda fortuna?

¿No le parece a Ud, que, en todo caso, el delito estará en que, por ejemplo, un concejal acepte recalificar terrenos con más que dudosas intenciones, de tal forma que un promotor consiga con ello muchísimo dinero?

¿No le parece a Ud que, en todo caso, el delito estará en no querer perseguir y aumentar la carga impositiva a tal acumulación de riqueza, o en no tomar medidas para movilizar y obligar a invertir tanto capital ahora que tanto hace falta en pos de la necesaria recuperación económica, o en empeñarse en amnistiar a tanto poseedor de tantísimo dinero "en negro" en lugar de mandar a los inspectores de hacienda tras él?

Dado que, como Ud bien apunta, la hipoteca permite que el promotor cobre "en efectivo" - de golpe -, con dudosa transparencia y desentendiéndose luego (algo así como "coge el dinero y corre") ¿Por qué no limitar el uso de las hipotecas sólo a casos muy específicos - necesidad de capital "in extremis", o para invertir en negocios,...- y recuperar el sistema t.r.a.d.i.c.i.o.n.a.l. De pago diferido mediante letras de cambio hasta cumplida la totalidad del pago de la misma por el comprador en la operación de venta, práctica que tanto comprometía, responsabilizaba,estabilizaba y profesionalizaba al promotor de los años 50-60?

Si no se piensa exigir este tipo de medidas ¿Para qué entonces cuantificar los beneficios inmobiliarios de la burbuja? ¿Para qué criminalizar a un sector que hizo lícitamente el negocio que le dejaron hacer?

¿Piensa Ud. Acaso tirarles piedras? ¿Por qué motivo? ¿Por ricos?

Anonymous
17 Noviembre 2012, 22:41

In reply to by luka (not verified)

Primeramente creo que debería leer con atención mi comentario en el que en, primer lugar, no hablo de tirar piedras a nadie. Eso lo dice otro señor en un comentario despues del mío, lea con atención y no me mezcle. Tampoco porque trate de poner en evidencia quienes fueron grandes beneficiarios estoy criminalizando a nadie. Digo yo. Qué mal hay, me puede usted decir, en que plantee que es una realidad que el artículo que dio pie a mi primer texto solo señala como gran beneficiario a la administración. Por otra parte no parece que esté usted en desacuerdo con decir que el sector inmobiliario se hizo inmensamente rico en esos años. Yo no he sacado de ello ninguna conclusión criminal. Todo esto del volumen de recursos derivado exclusivamente a un sector y la necesaria participación de los bancos para ello es susceptible de otros análisis que podría hacer pero que no he realizado hasta el momento. Y sobre este asunto me reservo detenerme aquí. es usted quien presupone que yo criminalizo. Pero algo sí quiero decir sobre la imputación de principal beneficiaria a la adminsitración. Digo yo que menos mal que de todo aquél gran pastel algo se llevó la administración que pese a amigismos, partidismos y todo lo que se quiera, un no pequeño papel redistributivo sí que tuvo en su aumento de gasto público. Yo imagino que algo peor hubiera sido si encima de eso no llega nada al erario público. Que esos ingresos no eran sostenibles, o.k. Como tampoco el negocio inmobiliario.
Y Sobre la cuantificación de la burbuja ¿Cuál es miedo a las cifras?

JorgeW
17 Noviembre 2012, 14:15

El Sr. José Luis Ruiz bartolomé, autor del artículo, es un tipo muy inteligente. Realiza una argumentación lógica, precisa y clara que hay que aplaudir para, al final del artículo, dar un salto ilógico a la hora de responsabilizar. El autor del artículo acaba atribuyendo al Estado toda la responsabilidad de la burbuja y le declara destino de todos beneficios generados por esta. Y digo yo: toda la economía privada ficticia que surgió al amparo del dinero introducido en el sistema debido a esos créditos infrabaratos y que hizo que se crearan millones de puestos fictios en la construcción, la industria y los servicios; todos los beneficios que obtuvieron las constructoras, promotoras y especuladores que nunca debieron haber existido sin ese artificial consumo de crédito; todos esos beneficios, repito, ¿Dónde quedan en su argumentación? Yo le contesto: todos esos beneficios quedan en los bolsillos de la gente que paga a este señor para desviar las culpas y que nadie mire a esos bolsillos por lo que pudiera pasar, porque la gente está ya muy muy quemada y empieza a tener ganas de algo más que salir a dar cuatro gritos...

Anonymous
18 Noviembre 2012, 0:41

Ruego disculpas ya que el anterior comentario publicado por error como anónimo y sobre la cuantificación de la burguja es mío: r garcia

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