Los hogares han aprovechado el año de la pandemia para quitarse deudas relacionadas con su vivienda. Según los últimos datos del Banco de España, a cierre del primer trimestre del año la financiación con garantía hipotecaria para la compra de inmuebles se situó en torno a 482.527 millones de euros, lo que significa que las familias han reducido su endeudamiento en más de 2.389 millones de euros en apenas 12 meses.
Desde el récord de finales de 2010, cuando el apalancamiento hipotecario por la compra de inmuebles llegó a situarse por encima de 620.000 millones de euros, la cifra se ha reducido en 137.906 millones; esto es, en un 22%. Actualmente está en línea con la registrada a mediados de 2006.
Así, incluso con el covid-19 de por medio, se ha mantenido la tendencia del desendeudamiento de las familias, aunque a un ritmo inferior al que se venía observando. En términos porcentuales, la caída interanual ronda el 0,5%, mientras que entre el primer trimestre de 2019 y el de 2020 se situó en torno al 1,7%.
Según explica Leyre López, del equipo de Research de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), “aunque el saldo mantuvo la senda descendente que ha marcado el último decenio, se observa una ralentización en el ritmo de desapalancamiento. Esta evolución se ha producido en paralelo a la introducción de moratorias (que incorporan carencias de capital) y a la recuperación gradual de los niveles de actividad después del grave deterioro económico causado por la pandemia”.
Dicho de otro modo: la recuperación de la firma de nuevas hipotecas y las moratorias que han paralizado el pago de miles de préstamos en los últimos meses son los principales factores que han reducido el ritmo de desendeudamiento de las familias.
De hecho, si miramos los datos en términos trimestre a trimestre, descubrimos que en el último medio año (cuatro trimestre de 2021 y primer trimestre de 2021) el saldo vivo de financiación con garantía hipotecaria ha repuntado ligeramente respecto a los niveles previos. En concreto, desde el pasado verano el repunte es de unos 775 millones de euros.
Una subida reducida pero que invita a pensar a que “estamos asistiendo ya a los últimos coletazos del ajuste de los saldos vivos hipotecarios de los bancos, aunque obviamente esto dependerá del mantenimiento del dinamismo de la compra de viviendas. Por otro lado, los tipos de interés en mínimos tampoco invitan a realizar amortizaciones anticipadas, lo cual también ayuda a mantener estos saldos”, tal y como señala Juan Villén, responsable de idealista/hipotecas.
De hecho, la dinámica mantenida por las empresa en el año de la pandemia ha provocado un incremento del saldo vivo neto de financiación, “favorecido por las medidas de apoyo financiero promulgadas por la Administración en colaboración las entidades financieras para paliar las necesidades financieras de aquellos sectores más afectados por la pandemia”, recalca la analista de la AHE.
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