
¿Merece la pena contratar los seguros para conseguir una rebaja en el tipo de interés de la hipoteca? Esta es una de las preguntas más habituales que se hacen los consumidores a la hora de analizar las condiciones de los préstamos para la compra de vivienda. Y la respuesta no es sencilla: la contratación de seguros u otros productos financieros supone un desembolso extra anual, aunque en muchos casos ese sobrecoste compensa.
Según un estudio de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN), las hipotecas con bonificación suponen desembolsar hasta 1.987 euros más al año que una del mismo importe no bonificada. “Hablamos de las hipotecas que bonifican su tipo de interés a cambio del compromiso del cliente de contratar una serie de productos complementarios, como seguros, alarmas para el hogar o determinadas tarjetas de crédito”, explica la asociación.
En concreto, sus datos incluyen un análisis del sobrecoste de las ofertas de hipotecas de ocho bancos (CaixaBank, Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell, Bankinter, Abanca, Kutxabank y Unicaja), cogiendo como referencia un préstamo de un importe medio (unos 142.000 euros, según el INE) y con un plazo de devolución de 24 años. El estudio deja este resultado: las hipotecas que se ofrecen a diferencial bonificado (más bajo y en teoría más ventajoso), suponen un pago anual de 580 euros extra con respecto a las no bonificadas.
Sin embargo, en muchos casos ese sobrecoste puede compensar a los consumidores. Como explica Juan Villén, director de idealista/hipotecas, conviene tener en cuenta dos cosas: “la primera es el ahorro que se produce en los intereses a pagar, que compensan parcialmente el coste adicional y, en algunos casos, como por ejemplo cuando la hipoteca es elevada, pueden llegar a cubrir el 100% del coste del servicio. A ello se suma que los servicios adicionales son útiles; es decir, aunque suponen un coste, también tienen su sentido”.
En esa misma línea, Leyre López, miembro del equipo de Research de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), afirma que “los consumidores deben tener en cuenta que, independientemente del coste, la contratación de productos combinados ofrece unas prestaciones adicionales al deudor que lógicamente en ausencia de ellos no se puede gozar de las mismas. Entrañan un coste porque ofrecen un valor añadido”.
En términos económicos, añade López, “dependerá de cada oferta respecto a lo que bonifique el precio y los productos que sean necesarios contratar para obtener esa bonificación. En cualquier caso, cabe recordar que las entidades bonifican en mayor o menor medida en función de los productos contratados, y no todas las entidades exigen las mismas contrataciones ni es requisito 'sine qua non' contratar todos los productos para poder optar a algún grado de bonificación. En algunos casos puede llegar a compensar económicamente, máxime si se tiene en cuenta que algunos de los productos a vincular no son especialmente costosos y su contratación es necesaria (como es el seguro de hogar), independientemente de que no estés obligado a contratarlo con el banco”. De hecho, insiste, “en algunos casos únicamente con la domiciliación de la nómina y el seguro de hogar se puede acceder a las bonificaciones máximas”.
Sergio Carbajal, responsable del área de hipotecas de Rastreator, también se une a los argumentos de Villén y afirma que las bonificaciones pueden compensar sobre todo en aquellas hipotecas de importes elevados.
“Con los datos medios de las hipotecas y la vinculación que supone tener el seguro de hogar y vida sí que te puedes ahorrar en la cuota de la hipoteca una media de 40 euros todos los meses. Sin embargo, como los seguros de los bancos suelen tener un coste elevado suele salir más rentable no tener bonificación y contratarlos de forma independiente. En el caso de vida el seguro es entre el 80% y 100% más caro con el banco, aunque es cierto que en función de cada caso particular y el tipo de hipoteca puede variar. Por ejemplo, para hipotecas de grandes cantidades dicha bonificación sí que puede resultar mucho más ventajosa”, recalca.
Las bonificaciones más habituales y para qué sirven
Desde que entró en vigor la ley hipotecaria de 2019, los bancos no pueden condicionar la concesión de las hipotecas a la contratación de otros productos vinculados como los seguros de hogar y de vida, aunque sí pueden ofrecer al cliente una bonificación a cambio. Actualmente, algunos bancos ofrecen una mejora de hasta un punto porcentual en el tipo de interés del préstamo con la condición de añadir esos productos adicionales.
Una de las bonificaciones más habituales que ofrecen los bancos es por contratar el seguro de hogar. En este punto, conviene recordar que el único seguro obligatorio por ley es el seguro de incendios (también llamado seguro de daños) sobre el inmueble que se va a hipotecar, y que cubre el valor de la vivienda en caso de destrucción del mismo y, por tanto, que asegura el valor de la garantía del préstamo (la propia vivienda).
En la mayoría de los casos, las entidades ofertan un seguro multiriesgo que lleva incluido el seguro de incendios y que además protege al inmueble de accidentes domésticos como cortocircuitos eléctricos, daños de agua, robo, daños a terceros, rotura de cristales, etc. Por tanto, desde idealista/hipotecas recuerdan que este tipo de seguros son una forma sencilla de evitar vernos en la hipotética situación de sufrir un desastre y vernos sin casa, pero con una deuda que pagar.
Otro de los seguros que permiten a los hipotecados reducir el tipo de interés de su hipoteca es el seguro de vida. Los datos de Unespa, la asociación empresarial que agrupa a las principales entidades aseguradoras de España, apuntan a que los seguros de vida riesgo facturaron 1.685 millones en el primer trimestre, un 1,3% más que un año antes.
Según ASUFIN, el coste de contratar este producto está entre 377 y 633 euros en las entidades analizadas. No obstante, recordemos que se trata de un tipo de seguro que cubre al titular o titulares de la hipoteca en caso de fallecimiento, invalidez, enfermedad o accidente y, por tanto, que garantiza el pago del préstamo. Dependiendo de las coberturas y la póliza contratada, también pueden estar cubiertos los intereses, además del capital pendiente de pago.
Por tanto, un seguro de vida que se haga cargo de la totalidad o parte de la hipoteca es recomendable, sobre todo como forma de proteger a los herederos de la vivienda y durante la primera mitad del préstamo, ya que es el plazo en el que los bancos aplican más intereses y donde el ahorro será mayor. A partir de ese momento, conviene valorar si interesa mantener el seguro, cancelarlo u optar por contratarlo con una aseguradora independiente de la entidad financiera.
En este punto, el bróker hipotecario de idealista insiste en que se trata de un seguro más caro, pero cuya conveniencia debe valorarse de forma individual, en función de nuestra situación personal, si estamos casados, si tenemos hijos, cómo sería la situación para ellos en caso de fallecimiento…
Sin cambios de rutinas y analizar antes de decidir
Además de la situación personal, los expertos también insisten en que una forma sencilla que tienen los consumidores para identificar si conviene o no acogerse a estas bonificaciones es si su contratación va a suponer un cambio de su rutina. Y es que no es lo mismo lograr una mejora de las condiciones por domiciliar la nómina que por usar las tarjetas de débito y crédito de la entidad, que es otra de las bonificaciones más frecuentes.
En este sentido, el responsable de idealista/hipotecas recuerda que “si el cliente está acostumbrado a utilizar una tarjeta no le supondrá esfuerzo alcanzar el mínimo que establezca el banco, pero si no suele usarla puede resultarle complicado conseguirlo, lo que le supondrá un coste. Por tanto, no debería aceptarla”.
También conviene recordar que estas tarjetas no suelen tener un coste de mantenimiento si se domicilia la nómina, desde ASUFIN recalcan que algunas entidades como Caixabank sí que se lo repercuten al cliente, lo que puede suponer un desembolso extra de unos 36 euros para cada uno de los titulares de la hipoteca.
En todo caso, los expertos consultados recomiendan hacer números antes de tomar una decisión al respecto. Según la analista de la AHE, “resulta necesario analizar bien las propuestas y/o acudir a la entidad para aclarar dudas o a un tercero si se precisa de un grado de asesoramiento mayor”.
Desde el grupo Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) también aconseja al consumidor “estudiar si realmente necesita los productos o si está accediendo a ellos con el objetivo único de ahorrarse puntos porcentuales en su tipo de interés. Aunque ahorre dinero en su cuota hipotecaria, también debe entender que adquiere otras responsabilidades y más obligaciones de pago durante toda la vida de la hipoteca con estas bonificaciones. Por ello, es imprescindible calcular cuál sería el gasto a largo plazo de la hipoteca con y sin estos productos y decidir en base al resultado. Y una buena fórmula para hacer este cálculo es comparar la TAE de las ofertas de las diferentes entidades”.
Por último, UCI recuerda que “los clientes también deben saber que las reducciones en el interés de la hipoteca solo se mantendrán mientras se continúe con los productos que se contrataron inicialmente y dieron lugar a dichas bonificaciones. Si se cancela alguno de ellos, el cliente perderá las bonificaciones y su cuota aumentará automáticamente en la próxima revisión. También es importante considerar que los precios de los productos contratados podrán aumentar en el futuro y no siempre se es consciente de ello. Por ejemplo, un seguro de vida irá aumentando conforme vamos cumpliendo años y un seguro de hogar podrá tener incrementos año tras año, y especialmente si se reportan siniestros en la vivienda”.
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