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“La simplicidad es la máxima sofisticación”. A partir de esta frase del genio renacentista Leonardo Da Vinci, los tres miembros de la familia Hall de Massachusetts (EEUU) decidieron cambiar su vida y hacerla mucho más simple. La primera decisión fue dejar su piso y construir con sus propias manos una ‘micro-casa’ portátil de apenas 18 m2 que bautizaron como ‘Tiny Hall House’. Tardaron seis meses y les costó menos de 30.000 dólares. 

A pesar de la evidente falta de espacio, el matrimonio Hall ha tirado de ingenio para gozar de todo tipo de comodidades en este mini apartamento para tres. La vivienda cuenta con una cama de matrimonio situada en el altillo, además de un sofá que, llegado el momento, se transforma en la cama de su hijo. Hay cocina con frigorífico, baño completo con ducha, dos armarios y cuatro cajoneras.  

Esta casita rodante, que está ubicada en una zona donde las temperaturas pueden sobrepasar tranquilamente los 10 grados bajo cero en invierno, se calienta con dos radiadores convectores de 400 vatios y, si el frío comienza a notarse a pesar del aislamiento, utilizan un calentador eléctrico para templar el ambiente.

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cubiko.es
31 Agosto 2017, 20:18

Muy buena idea pintar la madera interior de blanco , para añadir luminosidad. El orden y e aprovechamiento máximo del espacio nos hace ver que necesitamos menos espacio del esperado para poder tener una casa estupenda.

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