Los estadounidenses ya tendrían que ganar cerca 114.000 dólares al año (107.000 euros) para poder hacer frente a la compra de una vivienda típica, a un precio medio de 412.000 dólares (388.000 euros), asumiendo la tasa de esfuerzo medio, es decir, destinando menos de un 30% de los ingresos al pago de la casa y contando con el pago de la entrada del 20% sobre el precio de la vivienda y con los tipos hipotecarios actuales al 7,2% por un periodo de 30 años, según cálculos de la agencia inmobiliaria Redfin Corp.
Se trata del dato más alto registrado desde 2012. Cuando comenzó este análisis de la inmobiliaria, para que el gasto en vivienda no superara la tasa de esfuerzo medio el salario medio debía ascender a los 38.000 dólares (35.800 euros), tres veces menos que en la actualidad.
Esto ha causado que los que buscan adquirir su primera vivienda se sientan excluidos del mercado inmobiliario, que se ha vuelto cada vez más inaccesible. Según datos de la Reserva Federal, el salario medio en el país asciende actualmente a 70.000 dólares (66.000 euros), lo que hace inasequible adquirir una vivienda para la mayoría.
En la actualidad, el acceso a la vivienda se ha convertido en cosa de seis cifras, sobre todo a causa del aumento en los costes de los préstamos hipotecarios, junto con unos precios de los inmuebles que se mantienen elevados.
Los tipos hipotecarios en EEUU se acercan al 8%, lo que también hace que muchos propietarios eviten mudarse para no perder sus condiciones, con tipos de interés más bajos. En el lado contrario, aquellos que buscan una vivienda deben 'luchar' para encontrar una que se puedan permitir, lo que ha hecho que las solicitudes de hipoteca disminuyan a mínimos de décadas.
En los mercados más caros, la situación se vuelve mucho más preocupante. En zonas de la bahía de San Francisco, el sueldo que necesitan los compradores para poder adquirir una vivienda ha alcanzado los 400.000 dólares (377.000 euros), ya que el precio medio llegó al millón de dólares (942.000 euros) en agosto.
Mientras, los neoyorquinos necesitan 200.000 dólares (188.000 euros) para adquirir un inmueble que ya ha alcanzado una media de 725.000 dólares (683.000 euros), y en Miami los ingresos no pueden ser inferiores a 143.000 dólares (134.000 euros).
Nunca antes se habían alcanzado cifras similares para los estadounidenses, que siempre han visto una forma de generar riqueza en adquirir inmuebles. Sin embargo, con unas condiciones hipotecarias cada vez más restrictivas y unos costes que no dejan de subir, parece que los que buscan adquirir su primera vivienda se están viendo empujados fuera del mercado, mientras que los que ya cuentan con una deciden no venderla para mantener sus condiciones hipotecarias previas.
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