Los gobiernos europeos están decididos a fomentar la sostenibilidad en todos los sectores para, por ejemplo, conseguir detener las pérdidas de energía en lugares como la vivienda. En este sentido, el Ejecutivo francés pretende implantar una "criba energética" de las casas de alquiler que consumen un exceso de energía a partir de 2023, según apunta EFE. Por este motivo, las viviendas "energívoras" o "derrochadoras térmicas" que consumen más de 450 kilovatios hora por m2 al año no podrán alquilarse en Francia a partir del 1 de enero de 2023.
"El mercado de la vivienda está en proceso de cambiar y renovarse", explica a la agencia el director jurídico de la Agencia Nacional para la Información sobre Vivienda (ANIL), Louis du Merle, que se refiere a un aspecto de la ley del clima que va a afectar de lleno al sector a partir del año próximo. La realidad es que el Gobierno francés ha detectado que un 12,9% de las casas ofertadas en una conocida página de anuncios inmobiliarios, son "derrochadoras térmicas".
Además, el Ejecutivo francés también estima que un 20% de los franceses ha pasado frío en su hogar durante el invierno por falta de recursos económicos o por el mal aislamiento de la vivienda. Por este motivo, el Gobierno obligará a los caseros a realizar una rehabilitación para aislar correctamente para poder sacarlas al mercado del alquiler. Por su parte, los inquilinos tendrán el derecho de reclamar al arrendador que haga reformas si se trata de una vivienda 'energívora' a partir de la entrada en vigor de la ley en enero de 2023.
Pero el Estado francés es consciente de que esta medida podría sacar del mercado del alquiler a muchas viviendas y por ello se plantea otorgar ayudas económicas a los caseros para realizar estas obras de rehabilitación. En total, el Gobierno pretende destinar unos 3.200 millones de euros de fondos públicos para la renovación de viviendas privadas, en un intento para transformar aquellas que están clasificadas en el grupo G.
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