
El proceso de desahucio puede detenerse por diversas razones legales, y una de ellas es la emisión de un decreto de archivo. Este documento, dictado por el juzgado, pone fin al procedimiento cuando se cumplen ciertos requisitos que hacen innecesaria su continuidad. Pero, ¿qué implica exactamente este decreto y cuáles son sus aspectos clave?
¿Qué es el decreto de archivo en una orden de desahucio?
Cuando el inquilino que no paga no se opone a la demanda de desahucio por impago, la ley establece que se entienda como que acepta lo que solicita el propietario.
En consecuencia, el juzgado emite el decreto de archivo, un documento que le da la razón al arrendador en su demanda y pone fin al procedimiento judicial, aunque aún quede pendiente la ejecución del desahucio y el lanzamiento.
Este decreto es emitido por el Letrado de la Administración de Justicia (LAJ) del juzgado correspondiente y se encuentra regulado en el artículo 438 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC).
Formas de terminar un proceso de desahucio
Hay dos maneras de terminar un proceso de desahucio:
- Mediante sentencia: Esto ocurre cuando se llega a celebrar un juicio. Esto es, cuando el arrendatario se opone a la demanda. Por ejemplo, un inquilino moroso que no reconoce la deuda o esgrime motivos para no pagar. Se estima que se llega a juicio un 20% de las ocasiones.
- Con decreto de archivo: Ocurre cuando no se llega a juicio, es decir, cuando el demandado no se opone a la demanda.
Ambas resoluciones judiciales permiten al propietario desahuciar al inquilino e intentar recuperar la deuda que ha generado, por ejemplo, embargando nómina y bienes.
¿Qué contiene el decreto de archivo de un desahucio?
El decreto de archivo consta de varias secciones. La más relevante es la parte dispositiva, ya que en ella se establecen las resoluciones clave. Es fundamental revisar esta sección con detenimiento para evitar errores que puedan afectar la ejecución del desahucio.
Aspectos clave del decreto de archivo
- Identificación de los participantes: Debe figurar correctamente el nombre del propietario (demandante) y del inquilino (demandado), sin errores tipográficos o de identificación.
- Domicilio de la vivienda: Es esencial comprobar que la dirección del inmueble objeto del desahucio esté bien escrita. Un error podría impedir la ejecución del desahucio.
- Condenas establecidas en el decreto:
- Desahucio del inquilino
- Pago de la deuda reclamada en la demanda
- Pago de las rentas devengadas hasta el día del desahucio
- Pago de las costas del procedimiento
Dado que los errores en los decretos de archivo son frecuentes, los abogados expertos en la materia siempre aconsejan revisarlos. Si se detecta algún fallo, se debe solicitar una aclaración o subsanación al juzgado. Una vez corregidos los posibles errores, el proceso llega a su fase final: la ejecución del desahucio y/o el cobro de la deuda pendiente.
Diferencia entre decreto de archivo y sentencia en un desahucio
La diferencia entre ambos conceptos jurídicos radica en que, en ausencia de oposición, el procedimiento se resuelve a través del decreto de archivo emitido por el Letrado de la Administración de Justicia (LAJ), mientras que, en caso de oposición y posterior juicio, la resolución final corresponde al juez mediante sentencia.
Cuando el inquilino no presenta oposición a la demanda, la resolución que pone fin al proceso no es emitida por el juez, sino por el LAJ, quien dicta el decreto de archivo.
Por el contrario, si el inquilino se opone a la demanda, se deberá celebrar un juicio. En este caso, la resolución que pone fin al procedimiento es dictada por el juez mediante sentencia.
Sigue toda la información inmobiliaria y los informes más novedosos en nuestra newsletter diaria y semanal. También puedes seguir el mercado inmobiliario de lujo con nuestro boletín mensual de lujo.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta