El acoso vecinal es un problema frecuente que puede llegar a afectar a nuestra salud mental y física: conoce cómo acabar con él
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Blocking
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Los conflictos vecinales no son infrecuentes y, hasta cierto punto, es normal que surjan fricciones cuando compartimos un espacio físico limitado con otras personas. Ruidos, diferentes horarios, presencia de mascotas molestas, suciedad en zonas comunes o un uso inadecuado de ellas son algunos de los principales motivos de desacuerdo.

Pero, ¿qué ocurre cuando se traspasan ciertos límites y estas conductas se convierten en acoso? Te contamos qué es el bloking vecinal, cómo identificarlo y de qué manera combatirlo, también desde el punto de vista legal.

¿Qué es el blocking?

El blocking es una situación de acoso ejercida por un vecino sobre otro u otros dentro de una comunidad, normalmente en régimen de propiedad horizontal.

Se trata de una situación que puede llegar a desencadenar importantes problemas de salud mental y física, más aún teniendo en cuenta que no existe una forma sencilla de terminar con el problema, ya que convivimos en un mismo espacio de forma estable con una persona o personas que, debido a sus circunstancias personales, no permiten una comunicación habitual.

Tipos de acoso vecinal

El acoso puede manifestarse de muchas maneras y, por eso, más que distintos tipos de blocking, nos encontramos con diferentes formas de demostración, que coinciden con las actitudes típicas de un acosador:

  • Miradas intimidatorias y seguimiento visual.
  • Perseguirte por la calle o vigilarte desde el propio inmueble o zonas comunes.
  • Provocaciones en forma de portazos, golpes, ruidos...
  • Dificultar o evitar que lleves a cabo ciertas tareas rutinarias.
  • Difamación.
  • Comentarios fuera de lugar que pueden incluir las burlas, la ridiculización, el sarcasmo, o directamente el insulto, el grito o la amenaza.
  • Notas o mensajes intimidatorios, tanto en formato físico como por teléfono.
  • Llamadas insistentes.
  • Dañar tu propiedad de forma intencionada, ya sea reconocido o no.
  • Daño físico a tu persona en forma de acercamientos inapropiados, empujones o violencia. 
Qué es blocking vecinos
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¿Cómo detectar el blocking o acoso vecinal?

Es habitual que, en este tipo de contextos, se produzca una escalada progresiva de la agresividad por parte de acosador, lo que puede generar cierta tolerancia a este tipo de comportamiento.

Por eso, muchas veces no nos damos cuenta de que estamos siendo víctimas de acoso hasta que comenzamos a experimentar cierto malestar. Toma nota de estos posibles síntomas:

  • Evitas actividades diarias que antes eran habituales. Por ejemplo, no transitas las zonas comunes en horarios en que sabes que podrías cruzarte con tu acosador.
  • Tienes pensamientos recurrentes acerca de las situaciones de conflicto vividas con tu vecino.
  • Vives con miedo a un posible encuentro y a las reacciones que puedan desencadenarse del lado de tu acosador.
  • No actúas con naturalidad en tu propia casa por miedo a provocar un nuevo conflicto.
  • Te cuesta dormir bien y/o tienes síntomas de estrés, ansiedad o depresión.
  • Te cuesta dirigirte a tu vecino como lo harías con cualquier otra persona ante la imposibilidad de dialogar de forma normal.

Si percibes alguno de estos síntomas, lo más conveniente es tomar cartas en el asunto y evitar que la situación empeore. A la larga, el acoso puede derivar en dolencias como un Trastorno de Estrés Postraumático.

Blocking, ¿cuándo es delito?

El blocking vecinal entra dentro de la categoría de delito de acoso que recoge el Código Penal español en su artículo 172.  Como punto de partida, para que exista este delito es necesario que la actitud del acosador sea "insistente y reiterada", así como que "altere el normal desarrollo" de la vida cotidiana del afectado. 

Estas son las situaciones que la Ley identifica como acoso:

  • Vigilar, perseguir o buscar cercanía física.
  • Establecer o intentar establecer contacto a través de cualquier medio de comunicación, o por medio de terceras personas.
  • Adquirir productos o mercancías, o contratar servicios, o hacer que terceras personas se pongan en contacto con la persona acosada, a través de un uso indebido de sus datos personales.
  • Atentar contra la libertad o contra el patrimonio, o contra la libertad o patrimonio de otra persona próxima a ella. Por ejemplo, imponer restricciones a la libertad de movimiento de la víctima y forzarla a cambiar sus hábitos diarios, o dañar directamente sus propiedades (un vehículo, etc.).
  • Utilizar la imagen de una persona sin su consentimiento para realizar anuncios o abrir perfiles falsos en redes sociales, páginas de contacto o cualquier medio de difusión pública, ocasionándole una "situación de acoso, hostigamiento o humillación".

¿Cómo demostrar un caso de blocking?

Ante esta situación, es recomendable que te pongas en contacto con la Policía y con un abogado especializado para conocer con detalle cuáles son los medios que te permitirán denunciar. Aquí van algunos ejemplos que prueban que estás siendo víctima de acoso vecinal:

  • Testigos: Puede ser difícil que las situaciones de acoso sucedan con más personas presentes, pero, si se da el caso, se trata de un medio de prueba importante que puedes utilizar en tu favor.
  • Notas, mensajes de texto, grabaciones... Es probable que tengas más de algún mensaje de tu acosador que puedes utilizar como prueba. Tampoco dudes en grabar cualquier situación que consideres que cumple con los requisitos de este delito o en tomar fotos.
  • Informes psicológicos y médicos: Los síntomas de una situación de acoso pueden derivar en diagnósticos que podrás utilizar como prueba.
  • Parte de daños: Si algún bien de tu propiedad ha sufrido daños, puedes intentar utilizar los partes correspondientes como prueba, si bien es importante asociar al autor con el daño referido.

¿Cómo gestionar el blocking?

El primer paso consiste en ponerte en contacto con la dirección de la comunidad de propietarios para que pueda adoptar medidas al respecto. 

Una de las funciones del presidente de la comunidad es la mediación en disputas vecinales.

Si esto no es suficiente, tocará emprender medidas legales: ponte en contacto con un abogado especializado para presentar una denuncia formal.

Es importante que, antes de dar este paso, intentes implicar a la administración de la comunidad y a los propios vecinos, así como recopilar pruebas a tu favor y adoptar ciertas medidas de seguridad. 

En cualquier caso, es importante evitar la confrontación con tu acosador y comprender que, tras este tipo de actitud, suelen esconderse problemas psicológicos que nada tienen que ver contigo y que, desafortunadamente, neutralizarán todo intento de limar las perezas de forma racional. 

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