
Casi tres semanas después del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto continúa, y con él la inflación de los precios en Europa. Según calcula la OCU (Organización de consumidores y usuarios), el precio del gas podría subir hasta un 227% respecto a la media de 2021, y el de electricidad hasta un 109%.
En el mejor de los casos el precio del gas se mantendrá en la media de 106 euros al mes, pero si la situación va a peor, las cifras podrían aumentar hasta los 196 euros. El precio medio de la factura hace un año era de 60 euros, lo que significa un aumento de entre el 77% y el 227%.
En el caso de la electricidad, el año pasado costaba 79 euros al mes, y podría mantenerse en los 112 actuales o subir hasta los 165 euros mensuales. Un aumento de entre el 42% y el 109%.
La OCU ha solicitado ayudas estatales, como hacer permanente la rebaja del IVA de la electricidad y aplicarla también a la del gas. Pero a pesar de estas medidas, han aportado una serie de consejos para ahorrar en le consumo de gas en casa, y reducir el importe en la factura a final de mes.
Según el Índice de Eficiencia Energética en el Hogar, elaborado por la Fundación Natugy, con estos trucos se puede ahorrar hasta un 27,7% del total.
Reducir la temperatura del termostato
Sin necesidad de pasar frío, podemos utilizar la calefacción a un nivel razonable. Lo normal es mantener la temperatura a 20º para estar a gusto en casa. Además, es importante que el espacio que rodea las fuentes de calor esté despejado para dejar que el calor se expanda bien.
Usar termostatos inteligentes
Invertir en tecnología remota para controlar la calefacción es una elección muy eficiente. Gracias a la conexión Wifi puedes controlar desde cualquier parte el funcionamiento y consumo de energía en casa con tu móvil, lo cual te permite llevar mejor la cuenta y reducir el gasto de gas al mes.

Comprobar el buen estado los radiadores
Para mantener la eficiencia de los radiadores y no hacer que utilicen más energía de la necesaria, es importante: revisar que no tengas pérdidas de agua, purgar los circuitos para eliminar la presencia de aire, controlar la presión del agua y verificar que las juntas de los tapones estén secas.
Mantener el grifo en el lado frío
Para no poner en marcha la caldera cada vez que abramos el grifo, procura mantenerlo cerrado en el lado frío (el derecho). De esta forma gastas agua caliente sólo cuando realmente la necesitas.
No usar agua caliente en la lavadora o el fregadero
Exceptuando algunas prendas de ropa que necesitan un lavado de más temperatura, o cuando se trata de fregar algunos cacharros con restos de comida incrustados, por lo general, no es necesario utilizar agua caliente en el lavado diario. Usar agua tibia o fría te permie ahorrar gran parte del consumo de gas en el día a día.

Tener cuidado al cocinar
Si podemos elegir entre usar el horno o el microondas, la segunda opción siempre supone un consumo menor. Pero en caso de utilizar el horno, este también sirve como fuente de calor residual por lo que aprovecha para comer en la cocina en vez de otra habitación donde tendrías que encender la calefacción.
A la hora de utilizar los fogones, no uses una llama más grande de lo necesario, y coloca tapas a las ollas y sartenes cuando la receta lo permita para acelerar el proceso de cocción.
Ventilar en el momento adecuado
En lugar de abrir las ventanas al levantarte por la mañana, durante los días de más frío aprovecha para ventilar en horas algo más cálidas, para reducir al máximo posible la pérdida de calor en casa.
También ayuda mantener las cortinas abiertas durante los días de sol y cerrar todo bien durante las noches, de forma que aproveches al máximo la luz natural durante la jornada y asiles bien el calor de dentro cuando bajan las temperaturas.
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