idealista/news se adentra en la academia donde se ha formado el actual número uno del tenis mundial
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Cerca de Villena, un pueblo a una hora de de Alicante, hay una academia de tenis que se ha vuelto mundialmente famosa, porque fue aquí donde, a los 15 años, un jovencísimo Carlos Alcaraz llegó para comenzar su carrera profesional con su actual entrenador, Juan Carlos Ferrero. En estas instalaciones, que hoy parecen un pequeño pueblo, comenzó sus andaduras el número uno del mundo, donde todavía mantiene una casa prefabricada de 90 m2. Además, en una de estas pistas tuvo lugar su primer enfrentamiento con Jannik Sinner, su principal rival a día de hoy.

idealista/news ha visitado la Ferrero Tennis Academy y hemos entrevistado a quienes trabajan allí y conocen Alcaraz desde que era un joven y talentoso tenista: el fundador de la academia, Antonio Martínez Cascales, el CEO de la academia, Iñaki Etxegia, el entrenador y director deportivo, Fran Martínez, y un alumno y amigo de Alcaraz, Pablo Aunión.

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Ferrero Tennis Academy idealista/news

Fundador y entrenador: Juan Carlos Ferrero

Antonio Martínez Cascales encarna la historia y la tradición de la academia. Fue él quien, en 1995, fundó lo que entonces consistía en “una vieja y fea casa de campo y dos pistas de tenis”. Originario de Villena, Cascales entrenó a un grupo de jóvenes tenistas con talento, entre ellos Juan Carlos Ferrero, quien se convertiría en el número uno del mundo unos años después, y a quien entrenó hasta su retirada del tenis.

Gracias a Ferrero, lo que comenzó como una apuesta a pequeña escala, se ha convertido en una organización reconocida y respetada. Tanto es así que su fundador decidió añadir el nombre de Ferrero al nombre original de la Academia: Equelite.

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Ferrero Tennis Academy idealista/news

Cuando un jovencísimo Carlos Alcaraz, ya conocido en el circuito por su talento, llegó a la edad de 15 años, Ferrero decidió entrenarlo personalmente, transformándolo en uno de los mejores tenistas del mundo.

"Lo que hemos conseguido aquí es que Carlos se centre en su trabajo y siga con esa pasión por el tenis que tenía de niño y que sigue conservando hoy a sus 22 años".

En una de estas pistas se disputó el primer partido entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, allá por 1997. “La primera vez que Carlos jugó contra Jannik fue aquí, en una pista de tierra batida, la número cuatro, una de las primeras que construimos aquí”.

“Sinner es un jugador que marcará una época. Es un jugador extraordinario, creo que ganará muchos torneos. Pero también quiero destacar su extraordinaria calidad humana. Es uno de los mejores jugadores y uno de los más educados de todo el circuito”

Iñaki Etxegia Centenera, director general de la academia

En los últimos treinta años, la academia ha experimentado una transformación completa. Hoy, con una superficie de más de 1.000 m2 y 25 pistas de tenis, cuenta con “todo lo que un jugador necesita para convertirse en profesional sin tener que desplazarse”, explica Iñaki Etxegia Centenera, director general de la Academia. “Aquí contamos con 25 pistas de tenis, una clínica de fisioterapia, un gimnasio, un restaurante, alojamiento para estudiantes, una piscina, amplios jardines, nutricionistas y psicólogos”.

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Ferrero Tennis Academy idealista/news

Hoy en día, la academia acoge a más de un centenar de alumnos anuales que residen permanentemente, y otros jóvenes que vienen a lo largo del año para realizar un curso de tenis de inmersión, normalmente de una semana de duración, a menudo acompañados de sus padres y entrenadores para conocer las instalaciones y ’respirar tenis el tenis’.

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Ferrero Tennis Academy idealista/news

La academia funciona con un sistema de objetivos y puntos. Una vez que los jugadores obtienen puntos profesionales, también reciben beneficios en su vida académica, como la oportunidad de comer en el restaurante en lugar del comedor, un menú especial o alojamiento privado.

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Ferrero Tennis Academy idealista/news

No solo los alumnos, sino también los propios entrenadores y gran parte del personal reside en las instalaciones o en sus inmediaciones. Y fue precisamente aquí donde Carlos Alcaraz vivió varios años, primero en una residencia compartida con otros estudiantes y, posteriormente, tras embarcarse en su trayectoria profesional hacia la cima mundial, en un alojamiento privado.

Alcaraz tiene su propia casa dentro de la academia, la misma que antes usaba Ferrero. La casa es una pequeña villa con un dormitorio, un baño, una sala de estar con cocina y una habitación de invitados con otro baño.

Carlos ya no vive aquí, pero usa la casa cuando viene a entrenar. Aquí descansa, se ducha y, si entrena por la tarde, se queda a dormir. 

Francisco Martínez, entrenador y director deportivo

Francisco Martínez lleva 18 años como entrenador y es uno de los dos directores deportivos de la Academia. También fue jugador, pero dejó de jugar a los 22 o 23 años para dedicarse a la dirección técnica, primero en su Elche natal y ahora aquí en Villena.

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Ferrero Tennis Academy idealista/news

Durante estos 18 años, he entrenado a jugadores de todos los niveles: desde niños hasta profesionales. Pero ¿qué necesita un jugador para convertirse en profesional?

Para convertirse en profesional, un jugador debe tener mucha determinación, mucha fuerza de voluntad, mucha paciencia y mucha disciplina. Debe tener entusiasmo y pasión por el deporte y entrenar duro durante muchos años.

Conozco a Carlos Alcaraz desde muy joven, porque es de Murcia. Ya entonces destacaba como uno de los mejores jugadores de España. Entró en la academia con 14 o 15 años, y pude entrenarlo en algunas ocasiones cuando Juan Carlos no estaba o estaba ocupado. Entrenar con Carlos es un auténtico lujo.

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Pablo Aunión, estudiante de la academia y joven promesa del tenis

Pablo Aunión tiene 18 años y es uno de los jóvenes estudiantes más prometedores de la academia. "Llegué a los 12 años. Primero hice una prueba de una semana porque mis padres habían oído hablar mucho de esta academia. A ellos y a mí nos gustó muchísimo, y después de dos o tres meses me convertí en estudiante a tiempo completo."

Un día en la academia está marcado por una agenda apretada, con muchas horas de formación, pero también de estudio, ya que también es un centro de estudios acreditado. Su meta es convertirse en profesional e ir a estudiar a Estados Unidos.

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También conoce el lado más privado y personal de Carlos. Ambos llegaron a la academia casi al mismo tiempo y también afrontaron juntos el periodo de pandemia, donde pasaron mucho tiempo jugando a la consola.

Somos buenos amigos, siempre me ha tratado bien, pero ahora nos vemos menos porque siempre está viajando y entrenando. Pero cada vez que viene, siempre pasamos un rato juntos.

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