Baleares ha sacado adelante una modificación de la Ley de Turismo que va a afectar de lleno a los propietarios que destinan sus viviendas al alquiler turístico.
En concreto, el Parlamento regional ha aprobado con el apoyo de PSOE, Podemos y la coalición econacionalista MÉS varios cambios que pretenden poner coto al alquiler vacacional, entre los que se encuentra, por ejemplo, la prohibición de arrendar la vivienda habitual a los turistas durante más de 60 días al año, dejando en el aire la posibilidad de poder alquilar pisos más allá de esta tipología específica.
Además, la normativa actual -que modifica la que aprobó el equipo popular liderado por José Ramón Bauzá en la pasada legislatura- incluye una moratoria de un año en la concesión de nuevas licencias para poder destinar al arrendamiento turístico tanto pisos como viviendas unifamiliares. Con esta medida, el gobierno regional quiere dar tiempo a los consejos insulares y los ayuntamientos para determinar en qué zonas se autorizarán nuevas licencias de alquiler vacacional y en las que no.
Otra de las novedades de la nueva ley es la imposición de sanciones a los propietarios que alquilen su vivienda sin contar con la autorización necesaria. Las multas se situarán entre 20.000 y 40.000 euros. Pero los dueños de los inmuebles no serán los únicos que se enfrentan a multas: también afectará a plataformas y agencias, aunque en su caso la sanción se encuentra entre 40.000 y 400.000 euros.
La normativa también permitirá a las administraciones que tengan competencias en materia de ordenación turística actuar contra la oferta ilegal, ya que se va a endurecer la lucha contra la competencia desleal, la actividad clandestina y el intrusismo.
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