
Los apliques de pared son una forma muy versátil de iluminar cualquier espacio. Ideales para una escalera, por ejemplo, o para resaltar un cuadro, se trata de una lámpara perfecta en baños y dormitorios; más ahora que ambos espacios tienen a unirse y que lugares como el tocador están ganando mucho protagonismo.
“El baño es una de las estancias que más están cambiando en los últimos años. Hace un tiempo era un espacio para un uso exprés en el que se cuidaban poco los detalles. A nivel lumínico, solo se buscaba tener mucha luz y cuanto más blanca, mejor. Actualmente, el baño se proyecta de forma más cuidadosa y cada espacio dentro del mismo baño se ilumina para un uso específico. Por fin se contemplan zonas de relax”, apunta Iván Meana, Director de Proyectos de Faro Barcelona.
Para Meana, los apliques juegan un papel importante en el baño. “En Faro Barcelona aconsejamos siempre apliques de luz frontal para la zona del espejo: es la única iluminación que evita las sombras. También solemos utilizar apliques decorativos para dar un toque diferente y apliques de orientación para poder acceder al baño de noche sin tener que encender todas las luces”.
La versatilidad: cualidad principal de los apliques
Como los hay de distintos tamaños y formas, ya decíamos que se pueden colocar en todo tipo de espacios. Con casas en las que los espacios están cada vez más relacionados (ya decíamos que el baño, por ejemplo, se abre al dormitorio cada vez más), parece que el uso de apliques tiene sentido para definir usos; ya sea una zona de tocador en el dormitorio o una de lectura. “Los apliques ayudan a definir estas zonas a las que te refieres porque actualmente los hay que se diseñan para usos distintos. Para las zonas de lectura en el dormitorio se pueden utilizar apliques con brazos móviles, que nos ayudan a orientar la fuente de luz hacia el libro y que, además, ocupan poco espacio y son muy decorativos. Para el tocador hay apliques de luz directa, magníficos para evitar las sombras”, apunta Meana, que reconoce que, personalmente, prefiere iluminar con apliques “las zonas de espejo como tocador, vestidor y lavabo”.

Evolución técnica y decorativa
Los apliques, que hasta hace poco no se han visto como objetos decorativos sino meramente funcionales, añaden carácter por sí mismos a la decoración. “Sí, los apliques ayudan a crear la atmósfera que queremos en cada espacio. Los diseños más recientes consiguen que el aplique más técnico desde el punto de vista lumínico pueda ser también asombrosamente decorativo”. Para el experto de Faro Barcelona hay una gran evolución técnica y de diseño en los apliques que usamos actualmente y no tiene duda de que se van a seguir usando para dar un toque original a las estancias.

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