El Banco de Japón ha decidido por unanimidad mantener los tipos de interés del país en el -0,1%, la misma tasa que lleva manteniendo desde enero de 2016, cuando se adentró en terreno negativo por primera vez en su historia. El Consejo de Política Monetaria nipón se desmarcado así del resto de grandes bancos centrales que durante este año han iniciado una senda de endurecimiento monetario para tratar de contener la inflación. El caso de Japón es atípico: su inflación está en máximos de ocho años (3%), pero muy por debajo de la eurozona (9,1%), EEUU (8,3%) o Reino Unido (9,9%).