Hace un mes y medio, la peor previsión hablaba de una contracción económica del 13,6% en 2020
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El Banco de España empeora su pronóstico y ya ve una caída del 15% del PIB en el peor escenario
GTRES

Las previsiones económicas de España se van complicando a medida que pasan las semanas. 

Según las últimas cifras que ha publicado el Banco de España, la economía española se desplomará este año entre un 9% y un 15,1%, dependiendo de cómo evolucione la crisis sanitaria del coronavirus y la intensidad con la que las empresas reanuden su actividad y recuperen sus ingresos. En cualquier caso, las nuevas previsiones del supervisor financiero arrojan un fuerte empeoramiento respecto a las que manejaba a mediados de abril. Por aquel entonces, calculaba una contracción del PIB de entre el 6,6% y el 13,6%. 

Las nuevas, en cambio, se sustentan en tres escenarios diferentes: el más positivo, el intermedio y el más negativo. En términos generales, aumentan las probabilidades de que la recuperación plena de la economía y del empleo se aplace hasta 2023. También alerta de que el desplome del PIB en el segundo trimestre estará entre el 16% y 21,8% y de que España está entre los países del área del euro que presumiblemente se verán más afectados, como resultado de las medidas de confinamiento más estrictas desplegadas hasta el momento y de algunas características estructurales de su economía, como la dependencia del sector turístico o el peso de las pymes en el tejido empresarial.

Resumimos qué espera en cada escenario y qué sucedería en cada uno de ellos:

1. En el mejor de los casos, que incluye una recuperación económica temprana, el organismo liderado por Pablo Hernández de Cos estima que la economía se desplomará un 9% este año, para repuntar un 7% en 2021 y un 2,4% en 2022. En términos laborales, la tasa de paro se situará en torno al 18,1% este año, para subir mínimamente en 2021 (hasta el 18,4%) y bajar de nuevo en 2022 (hasta el 17,1%).

2. En el escenario intermedio, basado en una recuperación gradual, la caída del PIB se elevaría hasta el 11,6% en este ejercicio, para remontar un 9,1% y otro 2,1% en 2022. Por tanto, ya en este caso se retrasaría la pleba recuperación del impacto del covid-19 a 2023. En cuanto al paro, la tasa se quedaría este año en el 19,6%, caería unas ocho décimas en 2021 (hasta el 18,8%) y más de un punto en 2022 (17,4%).

3. En el peor escenario posible, que el organismo cataloga como "un escenario de riesgo", el PIB se hundiría este año un 15,1%, mientras que el año que viene repuntaría en torno al 6,9% y en 2022, otro 4%. En el caso del paro, la tasa rondaría el 23,6% este año y se quedaría al borde del 25% en 2021 (24,7%), para bajar en 2022 y quedarse en torno al 22,1%.

En qué consiste cada escenario

1. El escenario benigno

Es el escenario de recuperación temprana, en el que "la mejoría de la actividad desde su mínimo comienza a producirse a un ritmo algo más elevado ya en el curso del segundo trimestre y prosigue con posterioridad, sin que la envergadura de los posibles obstáculos que pudieran surgir en los próximos trimestres (de índole tanto sanitaria como económica o financiera) llegue a ser relevante".

Este escenario se realiza el supuesto de que "los agentes económicos estarían adaptando con más agilidad su operativa frente a las sucesivas situaciones planteadas a lo largo del estado de alarma, lo que permitiría que las reducciones de actividad sectorial sean algo menores en el segundo trimestre que en el escenario de recuperación gradual.

También se considera que, tras el levantamiento del estado de alarma, es posible evitar el surgimiento de nuevos focos de la enfermedad de magnitud significativa, por lo que no es precisa la reintroducción de medidas de contención. Además, se realiza el supuesto de que las medidas de política económica son altamente eficaces a la hora de evitar la destrucción de empresas y, por tanto, del stock de capital, por lo que el deterioro del mercado de trabajo es también transitorio y se logra evitar un aumento del paro de larga duración", resume el supervisor financiero. 

2. El escenario intermedio

Este escenario de recuperación gradual "parte de suponer un impacto más elevado de los cierres sectoriales en el segundo trimestre. además, este escenario incorpora la posibilidad de que, durante el período en que aún no se disponga de una vacuna o tratamiento eficaz contra el virus, aparezcan nuevos brotes epidémicos, aunque de menor virulencia que el episodio original, por lo que el coste económico de las medidas de contención sería asimismo más reducido. Por último, este escenario considera que se producen algunos daños persistentes en el tejido productivo, concentrados en los sectores más expuestos a la interacción social, que son aquellos donde la recuperación plena de su actividad normal tardará más tiempo en producirse", señala el Banco de España.

3. El peor escenario

El organismo también alerta de que" la situación de enorme incertidumbre actual no permite descartar escenarios de riesgo más desfavorables. En concreto, aunque el conocimiento alcanzado sobre el comportamiento de la enfermedad está avanzando con rapidez, existen todavía aspectos relativamente desconocidos que podrían conducir a una evolución epidemiológica más adversa, lo que a su vez daría lugar a efectos más persistentes sobre la actividad económica. Para captar estos riesgos se ha construido un escenario «de recuperación muy lenta», caracterizado por episodios intensos de nuevas infecciones, que requieren confinamientos estrictos adicionales, y por la presencia de canales financieros, que amplifican la perturbación real y provocan que sus efectos tengan un grado de persistencia notablemente más elevado. En este escenario de riesgo, el retroceso del PIB llegaría hasta el -15,1 %", explica. 

Los dos focos de incertidumbre

En el documento, el Banco de España explica que "a medida que avanza el horizonte de proyección, destacan, por su intensidad, dos fuentes de incertidumbre. La primera de ellas viene dada por los eventuales desarrollos en el curso de la enfermedad, dada la posibilidad de que surjan nuevos brotes infecciosos que pudieran hacer necesaria una reintroducción de ciertas medidas de distanciamiento social mientras no se disponga de una vacuna o un tratamiento eficaz de la enfermedad. Esta posibilidad, de acuerdo con la metodología común de las proyecciones del eurosistema, se considera relevante hasta mediados de 2021".

El segundo elemento de incertidumbre, prosigue el organismo, "guarda relación con la posibilidad de que la eventual normalización de la situación sanitaria no lleve aparejada, de forma paralela, una restauración completa de la economía a su estado previo a la crisis. Estos daños persistentes podrían provenir, por ejemplo, de la posibilidad de que las medidas introducidas para otorgar liquidez a las empresas no logren evitar la insolvencia de una parte de ellas o de que la pérdida de ingresos de estos agentes durante la fase más aguda de la crisis se traduzca en un menor volumen de recursos para afrontar sus inversiones. Estas eventualidades darían pie a pérdidas de empleo, conducentes probablemente a la aparición de un componente significativo de paro de larga duración, con la consiguiente pérdida de empleabilidad de algunos trabajadores".

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